sábado, 25 de agosto de 2007

De sistemas operativos

Uno de propagación:

Leyendo a Greg me encontré con un interesante texto. Asimismo invita a quien se deje a divulgarlo y modificarlo a su gusto. Pues le agarro la palabra y presento mi propia versión:


Sistema Operativo catolcinismo y otras aberraciones.

Cuando formatearon por primera vez mi disco duro usaron Un Sistema Operativo llamado catolicinismo en su versión 197.1 mediante una instalación OEM llamada bautismo. Debido a que es nuevo, dicho disco duro no puede confirmar si desea que el software sea instalado y carga directamente todos sus archivos. He oído decir que los dueños de dicho software (Iglesia Católica S.A.) se valen del número de instalaciones para después exigir dinero al estado. Digo yo que no puede ser verdad... porque ya están forrados.

Después, de pequeño, me dieron clases de Crist-Office. Es un todo en uno en el que nos explican que hay un dios que es muy bueno, que es el único creador de software posible para el mundo. Según la leyenda, este dios bajó a la tierra hace unos miles de años para liberarnos de algo que no sé realmente qué es. Lo de “no sé qué”, lo digo porque me parece que la tierra esta igual o más jodida ahora que antes de que viniera, pero según mis programadores es debido a que no fue instalada en mi sistema operativo la aplicación fe, con la cual lo entendería mejor.

Dicen que repartió primero el antiguo código llamado MS-DIOS. Después de varios ensayos con la versión 3.1 (llamada así por que son "3 en 1": Padre, Hijo y Espiritu), llegó el nuevo código que consta de una larga serie de actualizaciones, parches, packs, etc. que intentan solucionar las meteduras de pata del antiguo código (la tierra plana, el sol que gira alrededor, etc. ) y las meteduras de pata en cada corrección de las anteriores (la evolución de las especies, el big-bang, etc.). Algo de lo que no hablan es de la fecha o el contenido de la versión MS-DiOS definitiva. Supongo que, al igual que Microsoft, nunca la habrá. La ventaja que tiene la empresa IglesiaCatólica S.A. sobre la de Bill Gates es que, contrario a esta, a aquella le resultan más redituables las versiones antiguas y sus programadores conminan a los usuarios a no descargar parches ni actualizaciones, so pena de que se les caiga el sistema y no alcancen la recompensa eterna.

El mencionado código MS-DiOS en todas, sus versiones, así como las clases de Crist-Office se reparte e imparte, respectivamente, en unas clases particulares llamadas catecismo, complementadas con unos cursos intensivos domincales, que reciben el nombre popular de misa, en los que, para asegurar la correcta programación, se instalan en el equipo. Eran obligatorias e sobre todo imprescindibles porque IglesiaCatólica S.A. tiene el monopolio de la bondad en el mundo. Así que sólo ella esta autorizada a certificar lo que es bueno y lo que es malo para nuestra ordenada existencia. Y quien no participaba a estas prácticas estaba castigado sin salvación (o linchamiento, depende del lugar y la época).

Si prometes no profundizar demasiado, un jefe de distrito y programador llamado presbítero (aunque puede ser conocido como “cura”, “sacerdote” o “padrecito”) te da consejos que sirven para todo. También te explica como resolver todas las dudas (cuando se te queda la mente en azul) que tienes sobre el funcionamiento del código. Sin embargo, no te explican mucho el porqué del código ya que los tontos como nosotros no pueden entender lo que viene de un dios: es cuestión de que funcione la aplicación fe. Es normal, si este código es funcional, ¿por qué no vamos a tener fe en él?

Para determinar la compatibilidad o no de cada cosa con el software único, hay una serie de certificados, los cuales dictamina un tal Papa, a la sazón
gerente técnico de La Empresa. Por ejemplo, el Condón 6.9 no es compatible, en cuanto al Aborto 8.2, te destruye el sistema, sean cuales sean las condiciones en las que lo instales; Divorcio 2.0 es muy costoso y requiere una serie de licencias extra; el Matrimonio Homosexual 1.0 esta prohibido aunque su instalación sólo provoca manifestaciones tímidas de algunos controladores radicales. Además, se dice que muchos usuarios (hasta incluso altos ejecutivos de Iglesia Católica S.A.) lo tienen instalado en secreto.

En cuestiones de seguridad, al nuevo gerente técnico de La Empresa, Joseph Ratzinger, se le ha encomendado la confección de las estrategias de marketing tendientes a neutralizar el crecimiento progresivo de un troyano joven y vigoroso: la Ciencia.
Han quedado obsoletos los antivirus diseñados con anterioridad para ser utilizados ante los "virus del raciocinio", como le llama La Empresa con sede en el Vaticano (un paraíso fiscal en un Estado no democrático - la sabiduría absoluta de sus jefes hace innecesaria la democracia):

El InquisiNorton no está ya permitido porque la eliminación del virus se realizaba a través de la desaparición física del cliente. Sin embargo, el nuevo gerente ha preferido recurrir a software viejo y ha ofrecido una versión remozada del antiguo antivirus DiscriminAfee, que funciona segregando a miembros de la comunidad por sus prácticas, de modo que esa puesta en cuarentena no ponga en peligro el sistema. DiscriminAfee también tiene un refuerzo, que coloca a los usuarios de cualquier versión de Catolicinismo una aplicación llamada Fe, sin la cual nada funciona. Por supuesto, la Ciencia afirma que no sólo es prescindible, sino que la considera perniciosa. Hay que recordar que Iglesia Católica S.A. ha recibido el código de Catolicinismo directamente de Dios, el hermano mayor de la Bios, con lo cual nada en él es prescindible, incluso lo contraproducente.

La Ciencia afirma que utiliza un entorno diferente, que no es competidora de IglesiaCatólica S.A. por el mero hecho de que no vende un producto empaquetado sino que más bien atiende a dilucidar el comportamiento del todo general y a ayudar a que el usuario pueda usar su disco duro y periféricos a su máxima capacidad. Aun así, al pobre Ratzinger no le queda más remedio que inocular antivirus (algunos impuros dejan caer que no son más que formas sofisticadas de su propio virus) a diestra y siniestra (más bien, con una ultradiestra siniestra), al punto de intentar funcionen retroactivamente y puedan tanto atacar asuntos que van desde la evolución hasta la cosmología, terrenos todos de la Ciencia que IglesiaCatólica S.A. presume peligrosos para sus dogmas totalmente filantrópicos.

Gracias a todos los buenos consejos sobre cómo evitar viruses, aprendí a desconfiar de cosas absurdas y supe mantenerme intransigente frente a gente subversiva que me quería corromper: algunos me intentaron convencer de que era imposible que, el día de la fiesta de La Empresa, el hijo de Dios organizase una parrillada para 2.000 personas con 2 parrochas, una bolla de pan de broa y media botella de tinto de verano en pleno desierto. Decían que todo eso del código eran mentiras, la mayoría copiadas de otro sistema operativo llamado ‘Apple’. Yo sabía perfectamente que no podía ser verdad porque lo de la manzana, me lo habían explicado y andaba avisado de que si uno se la come, ¡va al infierno y el resto de la humanidad con él! Hay incluso unos asquerosos ateos (*) que intentaron ofrecerme un sistema operativo gratis y modificable llamado Linux; me negué ya que, por mucho que funcionase mejor y proporcionase más libertad, sé que lo que NO viene de IglesiaCatólica S.A. NO puede ser bueno.

Además, me han dicho que si no instalo demasiadas cosas, ni descargo demasiadas actualizaciones o parches en mi ordenador (dicen que sólo con el sistema operativo ya basta, que no hace falta saber más), cuando éste deje de funcionar, pues mi sistema operativo seguirá vivo sin necesidad de electricidad, ni disco duro, ni nada. Durante mucho tiempo creí que tenía que decidir que sistema operativo instalaría en mis hijos. Conozco a gente que utiliza el Linux en secreto y dicen que les va muy bien; otros usan Machintosh, que me agrada aún más, pero imaginaba que después serían castigados sin paraíso por culpa mía porque no le he instalado el software adecuado. Sería injusto pero como este dios no es injusto... no puede ocurrir tal cosa. ¿O sí? Después dejó de importarme ya que, aparte de que tal vez no tenga hijos, ya hice mi elección, y si crecen lo suficiente, entonces serán ellos los que lo enfrenten. Recuerden que casi siempre la culpa la tiene el usuario.

(*) ATEO: Es el nombre que se da al que NO cree, que logra (a veces con gran dificultad) formatearse y eliminar el Sistema Operativo llamado catolicinismo (o alguna copia pirata de las que tanto abundan) y puede programarse como mejor le parezca. Hay algunos ateos que han sido formateados así desde el principio, pero son muy pocos.

Queda de ustedes:

TORK. Bizcocho de Montecristo. Año 2007 E.C. - 8 E.E.

Tarde

Siempre llego tarde. Y no me refiero a cuestiones de puntualidad ─que eso da para su propia entrada─, sino a que siempre empiezo las cosas ...