viernes, 15 de octubre de 2010

Astrologienmeésta

Como seguramente ya saben la astrología data de hace varios milenios (más o menos cuando el dólar se cotizaba a 12.50 pesos viejos) en diversas partes del mundo, cuando los especialistas de lo sagrado, es decir, los sacerdotes buscaban, a través de la observación del cielo, señales que pudiesen interpretar como designios o manifestaciones de sus poderes superiores.

Aunque se conocen varios tipos de astrología, como la china (tan popular en los últimos años por culpa de la globalización) o la hindú, la versión que nosotros conocemos es la originaria de Babilonia, la cual ha establecido, entre muchas otras cosas, que era posible conocer el destino de los individuos con base en su Caballero signo del zodiaco y en la observación de cada rosa cuerpo celeste.

Como no siempre ni en todos lados el sacerdocio ha sido la "profesión más ojete de la humanidad" según dijo alguien, que no digo quién porque ya me amenazó con demandarme (aún despierto sudoroso y aterrado por aquel comentario demoledor: "Si yo me subo al ring ¿Sabes cómo te hubieras enterado?[...]¡Yo te demando![...]y piénsale... hay abogados y demás[...]nada más piénsale".), de sus observaciones se obtuvieron conocimientos científicos muy avanzados para su época al notar que de los astros a lo largo del tiempo presentaban ciertas transformaciones, amén de detectar la concurrencia y la recurrencia de algunos fenómenos y la creación de variados instrumentos de cálculo. Que si ese conocimiento se reservaba para las clases dominantes ya es otro pedo.

Durante milenios la astronomía y la astrología fueron de la mano, puesto que era necesario tener el conocimiento más preciso posible de los astros para leer y determinar los augurios solicitados. Es apenas de unos 600 años para acá, a raíz del desarrollo del método científico y de la astronomía como ciencia POR PARTE DE CLÉRIGOS como Roger Bacon y Nicolás Copérnico respectivamente que la astrología va quedando relegada en vista de su comprobada ineficacia y falsedad. Hoy en día la astrología sólo tiene su radio de acción en el campo de la pseudociencia, el fraude y la charlatanería; y en las universidades (por lo menos en la Facultad de Filosofía de la UNAM) sólo se habla de ella en las clases de Teoría de las religiones e Historia de la ciencia...

... o al menos eso creía yo.

Siguiendo uno de los blogs del el nocturno me entero de una chingadera: Resulta que en las instalaciones de la Facultad de Arquitectura se va a realizar una conferencia de Steven Forrest, un hijo de puta más que se dedica a embaucar gente para sacer lana. Lean la entrada enlazada para entrarse de los detalles.

Como egresado de la UNAM me resulta insultante que tal espacio se use para actos de promoción de esa índole, en vista de que no se trata de un acto académico, sino de un descarado acto de promoción de una superchería y un engaño. Como nota al margen, en un primer momento se busco como sede el chingado coloquio de ateísmo el auditorio de la Facultad de Derecho, pero afortunadamente les pintaron el dedo.

Varios blogueros han enviado mensajes de correo al coordinador de Difusión Cultural de tal facultad. Personalmente ignoro qué tan efectivo sea hacer eso. Sólo hay un modo de averiguarlo. Coloco el texto del correo que pienso enviar a difusion.cultural@correo.arq.unam.mx cuando acabe esta entrada. Es decir, cuando ustedes lean esta entrada el correo habrá sido enviado:

Arq. Mauricio Trápaga,
Mi nombre es blablablabla (presentación obligada). A través de internet recibí la noticia de que, en el Teatro Carlos Lazo de la Facultad de Arquitectura de la UNAM se llevará a cabo un acto de proselitismo, fraude y superchería llamado "Conferencia de astrología evolutiva" perpetrada (intencionalmente uso el término) por un charlatán llamado Steven Forrest.
La astrología tuvo una utilidad y un propósito en un determinado tiempo y espacio en la historia de la humanidad. Actualmente el tema de la astrología sólo tendría que abordarse en una universidad con un propósito académico, es decir con un punto de vista de las ciencias sociales: la antropología, la historia, etc.; y desde la perspectiva científica: física y astronomía entre otras; y no para fomentarla con un acto a todas luces fraudulento.

Muchas personas, entre las que me incluyo, consideramos la aceptación de que un acto de esta naturaleza se realice en suelo universitario como una contradicción al mismo espíritu de la universidad como lugar de debate y de creación y difusión de conocimiento, toda vez que la astrología, en nuestros días, no aporta ninguna clase de beneficio y que, por si fuese poco, está tipificada como un fraude de acuerdo al Código Penal del Distrito Federal en su Artículo 231 fracción VII.

Asimismo espero que ud. o las personas con la autoridad suficiente, reconsideren la aceptación de un acto así, que sólo ayudará a lastimar la imagen de la universidad como vanguardia de la educación pública. O al menos puedan dar la cara y explicar, de viva voz o por escrito, las razones que los impulsaron a aceptar tan tremendo desatino.

En espera de una respuesta:

Fabian Augusto Torres Macias.

Acabando de hacer la catarsis anterior volvemos a nuestra programación habitual, no sin antes exhortar a quien pueda (y quiera) manifestar algunas líneas al respecto, lo haga desde su propio espacio. Ya no para convencer a la gente de la UNAM (culeros, y uno que los defiende), sino para alertar a más gente y que no caigan en el embauco.

Queda de ustedes

TORK. Bizcocho de Montecristo. Año 2010 E.C. - 11 E.E.

Actualización: LabJournal comenta que, tras un intercambio de correos electrónicos con el coordinador de Investigación Científica de la Universidad, existe la posibilidad de que, sin que se cancele el acto, la UNAM pueda deslindarse de la organización del mismo. A ver qué sale.

Tarde

Siempre llego tarde. Y no me refiero a cuestiones de puntualidad ─que eso da para su propia entrada─, sino a que siempre empiezo las cosas ...