martes, 23 de octubre de 2007

Sobre el azuloso

Después de que hablé de mi superfilia, Pereque pidió mi opinión acerca de un ensayo titulado El mito de Superman, aparecido en Apocalípticos e integrados de Umberto Eco. Pues bien, aquí la tienen. De antemano digo que esperaron demasiado (si es que esperaron o si se acordaron acaso).

Primero una pequeña sinopsis:

El ensayo aclara el concepto de desmitificación definiéndolo como el empobrecimiento de símbolos considerados sacros. Posteriormente se enfoca en la descripción y estructuración de los comics y su utilidad como propagandista ideológico, en este caso del gobierno estadunidense.

Refiriéndose concretamente al mito de Superman, presenta algunas características. A saber:

- El perfil de los lectores, comparándolos con Clark Kent: Mediocres y acomplejados (ejem... ) .
- Su carácter mitológico y arquetípico y su virtual omnipotencia. En este caso presenta los personajes de los comic como una representación más de los viejos personajes mitológicos, tanto héroes como dioses.
- Su atemporalidad. Sus aventuras no tienes sucesión, siempre son aisladas, sin antecedentes ni consecuencias.
- Su incapacidad de realizar grandes transformaciones mundiales.

Ahora sí mi opinión:

De haber leído este ensayo en la época en que se publicó (1968), estaría completamente de acuerdo con todas sus aseveraciones, pero las cosas han cambiado desde entonces: Algunos elementos han sido superados, pero algunos aún se mantienen:

- El perfil de los lectores expresa (en otros términos) la psicología de la compensación, exactamente del mismo modo que la reflejan los dioses: El dios del hombre pobre es rico, el dios del hombre limitado es omnipotente, etc.

- Su omnipotencia. Este aspecto se minimizó a partir de la Crisis en las Tierras Infinitas, después de la cual Superman perdió gran parte de sus poderes y su historia se alteró drásticamente: Ya no vuela a velocidad luz, sus poderes se desarrollaron paulatinamente y ya de adulto etc. Sin mencionar que, a partir de entonces, sus enemigos más poderosos son capaces de derrotarlo y Doomsday le pone una mega putiza

- Su atemporalidad. También esto cambia. Los acontecimientos en su vida van dejando secuelas que se ven en posteriores publicaciones: Muere, resucita, se casa, pierde sus poderes en la Noche Final y casi le vuelve a costar la vida, etc.

- Curiosamente el aspecto que se mantiene intecto es el de su incapacidad de realizar grandes transformaciones políticas y económicas, confirmando su ya conocida y confesada defensa del American Way of Life. Lo que confirma que nadie es perfecto (ni siquiera él).

Any comment?

Queda de ustedes:

TORK: Bizcocho de Montecristo. Año 2007 E.C. - 8 E.E.

Tarde

Siempre llego tarde. Y no me refiero a cuestiones de puntualidad ─que eso da para su propia entrada─, sino a que siempre empiezo las cosas ...