¿Eres un adicto a la religión?
1) Tu familia se queja de que siempre estás en la iglesia y nunca tienes tiempo para ellos.
2) Sientes mucha culpabilidad por faltar aún una sola vez al culto.
3) Sientes que Dios mira lo que haces y que si no haces bastante puede ser que te abandone y que no te bendiga.
4) Te encuentras que tienes poco tiempo para pasatiempos y placeres como antes porque sirves mucho en la iglesia.
5) Te han dicho que es difícil hablar contigo porque siempre estás citando la Biblia cuando conversas. (la Biblia o algún libro de algún católico)
6) Estás dando dinero porque piensas que Dios te hará rico.
7) Has sido envuelto en una relación sexual con un ministro.
8) Es difícil que tomes una decisión sin consultar al ministro aún para asuntos pequeños. (no con el ministro, pero sí con el amigo ex-seminarista)
9) Ves a tu ministro como una persona que tiene más poder que otras personas.
10) Has hecho que tu fe te aísle de la familia y de los amigos.
11) Esperas que tu ministro arregle rápidamente los problemas de la vida.
12) Te sientes demasiado y sumamente culpable aún por los mas pequeños errores.
13) ¿Has pensado que Dios quiere que te destruyas a ti mismo o a otros para ir a vivir con El?
14) ¿Crees que Dios frecuentemente se comunica contigo en voz alta (en forma audible)?
15) ¿Sientes que Dios está enojado contigo?
16) ¿Crees que todavía te van a estar castigando por algo que hiciste en tu niñez o juventud?
17) ¿Piensas que si trabajas un poco más duro Dios por fin te perdonará?
18) ¿Te han comentado alguna vez alguien que tu pastor manipula tus pensamientos o tus sentimientos?
El adicto a la religión usa a Dios, la Biblia, o a un pastor como si fuera una droga para suavizar los problemas y escapar de ellas. Como en otras adicciones está relacionado con la baja autoestima, la culpabilidad, el miedo, la vergüenza, los sentimientos de aislamiento y de sentir diferente de las demás personas en el mundo. Toda la familia es afectada.
Si considerarnos la predicación constante, la preocupación con la Biblia, con el diablo, el juzgar, el sentir pecado, la vergüenza, y tantas reglas para controlar a los feligreses y a la familia, no es una sorpresa que afecte la salud mental.
Muchos adictos a la religión provienen de familias donde fueron afectados por abusos religiosos, donde uno o ambos progenitores eran adictos a la religión.
Verdaderamente el adicto a la religión no se siente cómodo con Dios, ni consigo mismo, ni con sus relaciones, ni con el mundo. Usa a Dios, a su iglesia, a un predicador, a la Biblia para escapar de los sentimientos de soledad y de desesperación. Los efectos emocionales de esta "droga" vienen de sentirse "ser salvado", de entender un texto de la Biblia y/o de las emociones que se sienten en el culto. Muchas mujeres "adictas a una religión" están escapando así de problemas con sus esposos. No es que los sentimientos en el culto estén mal, pero como cualquier cosa, se puede llegar a un desequilibrio.
El mundo, los gobiernos, la sociedad, todo es juzgado según la manera como el adicto interpreta la Biblia. El dudar y cuestionar a los líderes puede ser considerado como blasfemia. Bailar, fumar, todo lo "no religioso" es considerado como pecado. Los resultados son que la perfección, la santidad y la pureza son metas inalcanzables y por lo tanto surgen la vergüenza, la culpabilidad, la desesperación y el aislamiento: "Sólo las personas en mi religión son mis amigos", esto es duro para los adolescentes. (y, aunque se llegan a encontrar verdaderos amigos en el culto, se paga el precio de abandonar a otros en el mundo real)
El adicto a la religión sigue al pie de la letra el mensaje que dan los líderes: <
Creencias comunes de religiones venenosas: Presentan un amor con condiciones. El amor se obtiene si uno se comporta según el que da el amor. Siempre sentirse "tranquilo", aunque en verdad está reprimiendo los sentimientos porque son vistos como negativos. Piensa que las autoridades religiosas no pueden fallar; las riquezas y/o el crecimiento numérico son signos de estar en la verdad; se puede ganar la vida eterna con obras; los problemas son resultado de los pecados en su pasado. La interpretación arbitraria de la Biblia; si no está en la Biblia, no es importante.
Características de la adición a la religión:
La etapa media:
En este etapa se encuentra completamente sumergido en el sistema, está identificado cien por ciento con el grupo y su propaganda; predica y habla mucho sin que le hagan caso o si se le ofenden; ofrece mucho dinero al grupo; se relaciona casi exclusivamente con otros compañeros del grupo; trata de convertir a otras personas al grupo (en vez de a Dios); la experiencia religiosa es como una droga para escapar del dolor de la vida; algunas veces, también se desarrollan otras adicciones (a la comida, al sexo, al alcohol, al trabajo); está a la defensiva al enfrentarse con la oposición se sienten perseguidos. La religión afecta cada dimensión de la vida, y se quiere complacer a los líderes y aparentar ser el mejor y más comprometido seguidor de ellos.
Características avanzada:
Desesperación: La religión no produce los resultados deseados. Aunque sabe que está actuando mal lo sigue haciendo. Hay rencor y coraje y se le culpa a todo el mundo. Siempre está pensando en las creencias, sin poder concentrarse ni pensar en algo más; hay mucho cansancio y falta de apetito. Se sienten miedo y una profunda inseguridad; hay problemas familiares causados y empeorados por la situación enferma. Tienen miedo de quedarse en la religión y miedo de salirse de ella.
Todo esto nos lleva a tocar fondo: El fastidio consigo mismo y cansado de manejar su vida en la manipulación. El adicto a la religión tiene que dejarla y dirigirse a Dios quien lo quiere sanar.
Aída Fernández, psicóloga metodista, dijo: "Una religión peligrosa es una religión en la cual la gente es controlada por la doctrina o por el pastor, generalmente usando el miedo y el sentimiento de culpabilidad. En este tipo de religión, a la gente se le prohibe ir a bailes, maquillarse, leer libros aparte de los de su grupo. Las mujeres no pueden usar pantalones, ni cortarse el pelo. Los feligreses son empujados a experimentar cosas sobrenaturales, como visiones, lenguas, oír la voz de Dios. Se les prohibe estar con personas ajenas a su religión por miedo de ser contaminado, y para ellos la psicología, Alcohólicos Anónimos y las terapeutas son cosas del diablo. No existen enfermedades mentales; se trata del diablo atacando a la persona. En estas religiones la gente se siente culpable, tiene baja autoestima, todo el mundo está "perdido", hay falta de esperanza, dependencia excesiva del pastor, aislamiento de la sociedad y falta de un sentir adecuado."
Los síntomas de adicción a la religión:
1 ) Pensar solamente en negro o blanco, sin matizar. La complejidad del mundo les sobrepasa.
2) Orar, ir a la iglesia, hablar de Dios, citar la Biblia obsesivamente. No poder dejar de hacerlo ni un. día.
3) No hacer caso de las cosas que suceden en el mundo y de su alrededor; olvidar citas; no asistir a fiestas de la familia.
4) Pensar que el mundo y nuestros cuerpos son malos.
5) Rehusar pensar, dudar y preguntar.
6) Pensar que el sexo es sucio.
7) Ayunar demasiado y comer demasiado.
8) Siempre juzgar a todo el mundo o las cosas. Quejarse de todo porque no es bueno, porque no es de Dios.
9) Dar demasiado dinero a la iglesia que no está en proporción con la clase económica del adepto.
10) Control de la mente.
11) Aislamiento.
12) Actitudes de conflicto (choques) con la ciencias hospitales, escuelas, etc.
13) Enfermarse físicamente. Ejemplos: dolores de la espalda, insomnio, dolores de cabeza, los nervios.
14) Recibir mensajes extraños de Dios o de los ángeles.
15) No comer hasta caer en una visión
16) Cambios drásticos en la personalidad.
17) Miedos que no existen en la realidad. El círculo vicioso de la culpabilidad, el arrepentimiento y la vergüenza.
18) Problemas en la familia por todo esto.
Queda de ustedes:
TORK: Bizcocho de Montecristo. Año 2008 E.C. - 9 E.E.