sábado, 11 de agosto de 2007

Una mas contra Lupita

Acabo de abrir este blog y no quiero dejarlo sólo en el mensaje de inicio, de manera que, en lo que me adapto a la vida independiente, quiero transcribir un artículo publicado en la revista Proceso en el año 2002. Pero primero un breve comentario:

Mucho se ha dicho acerca de las objeciones históricas y científicas que presenta el relato de las apariciones de la Virgen de Guadalupe en estos lares: Que si lo de las figuritas en los ojos son como las manchas de Roscharch, que si las estrellas del manto son como juego de une los puntos y que, además, con el paso de los años "mágicamente han cambiado de números de picos, que si está de sobra demostrado que el cuadro ha sido retocado infinidad de veces, etc. Pero pocos, al menos hasta donde he visto, hablan del impacto real entre la gente (sea esta devota o no) que no se desviva en lo importante que es "para todos los mexicanos" y un montón de pendejadas de esa clase, ignorando que la dichosa virgencita ha perdido mucha fuerza en los últimos años debido a varios factores. A saber:

- El paso lento pero constante del ateismo.
- El cambio de chaqueta de muchos católicos a otros grupos de la competencia.
- El desprestigio de la Iglesia.
- Un largo etcétera.

Pero mejor los dejo con el artículo en cuestión y, cuando alguien vea esto, me dirá si es cierto.

La Virgen de Guadalupe ha perdido vigencia: Tomasini
manuel robles/apro

La imagen del Tepeyac, vulnerada por nuevas fuerzas sociales

México, D. F., 11 de diciembre (apro).- “La Virgen de Guadalupe es un símbolo que pierde vigencia, pues hay nuevas fuerzas en la sociedad que vulneran esa imagen”, dijo el filósofo Alejandro Tomasini Bassols, del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM.

“Los indígenas levantaron su voz: el movimiento zapatista apareció y no se ha identificado como un movimiento guadalupano”, explicó. Tomasini dijo que el hecho de que en México esté la Basílica de Guadalupe, uno de los centros religiosos más concurridos del planeta, “muestra que la mayor parte de la población sigue fiel a sus creencias, no obstante que por efecto del protestantismo, sobre todo en algunas zonas del sureste del país, la disminución en el número de católicos sea cada día mayor”. Señaló que también ha surgido una variedad de sectas e incluso, centros islámicos en nuestro país. Según Tomasini, “al mismo tiempo ha habido un abandono cada vez más patente, sobre todo en los jóvenes, de las prácticas religiosas tradicionales. La contracepción, los métodos anticonceptivos, los divorcios y otras prácticas han venido a alterar el panorama, y el símbolo guadalupano ya no cumple con su misión”. El investigador universitario advirtió que, “de la Guerra Cristera a la fecha, este símbolo ha desunido a los mexicanos. Sin embargo, es indudable que constituyó un papel histórico importante e incluso, la población aún se reconoce en ese símbolo, aunque ya no con la fuerza de atracción y aglutinamiento social de otro momento”. Explicó: “Su mejor periodo ya pasó. El mito va a la baja, y eso se refleja en las estadísticas. Hace algunas décadas, el 98 por ciento de la población se declaraba católica; hoy del 72 al 75 por ciento afirma serlo”. Dijo que, “en el marco de la religión y de las instituciones de la Iglesia universal, México ha ocupado un papel importante, sobre todo por la cantidad de fieles que tiene. En términos absolutos nuestro país y Brasil son los que tienen más adeptos en el mundo, incluso por encima de Irlanda, España, Polonia e Italia”. A su juicio, “la Virgen de Guadalupe es una construcción grandiosa del simbolismo religioso: es madre, protectora y reina. En ella se plasman todas las ilusiones del inconsciente colectivo y hasta individual, construidas a lo largo de los años. No fue concebida de esa forma, sino que se fue enriqueciendo a lo largo de mucho tiempo, al igual que la figura del indígena Juan Diego”.

Explicó que “los procesos de surgimiento y desaparición de las creencias religiosas son largos. La gente tiene requerimientos espirituales y los busca, pero las religiones cambian y lo que, en un momento tuvo fuerza, en otro ya no”. Tomasini afirmó que “la historia de México está asociada con esta imagen, pues el cura Miguel Hidalgo recurrió a ella para unir a los mexicanos. Era un símbolo como los utilizados en las Cruzadas. Comenzó como un símbolo religioso-nacionalista y después se convirtió en uno religioso-patriotero”. Dijo: “La creencia de que todos los mexicanos son guadalupanos es falsa. Sin embargo, sí es un símbolo –como Jesús o Buda– que sirve para aglutinar masas. Tiene un significado de solidaridad y cohesión social, pero hoy es inevitable su decadencia en la medida como la religión católica misma ha ido perdiendo adeptos. “Quien no acepta milagros, tampoco admite una aparición en particular. Los sucesos de la Iglesia, las santificaciones y demás son para consumo de sus feligreses. Pretender hacerlos pasar como sucesos históricos significa desvirtuar el hecho religioso y tratar de imponer una visión sin fundamentos científicos”, agregó. El especialista manifestó que estamos en vísperas de una era donde se irán gestando nuevos cultos: “Es relativamente claro que a la gente ya no le atraen los dogmas conocidos, porque los problemas y el mundo han cambiado, no son los mismos que hace mil o mil 500 años. Por ello, esos símbolos ya no operan de la misma manera. Esa es la evolución inevitable de las religiones y la Virgen de Guadalupe no es la excepción: tuvo su momento de auge y estuvo en la cúspide.

“Las creencias se han convertido en un asunto cada vez más personal, de monólogo en los hogares, aun cuando el culto católico exija a sus miembros reunirse en templos y llevar a cabo ritos y ceremonias. El hecho es que ya no cumple las funciones vitales que satisfizo en otras épocas. “Sin embargo, estamos todavía lejos de su desaparición como símbolo atractivo para grandes masas y conglomerados humanos. Todavía operará. La única duda es si en adelante la Virgen será utilizada como elemento de disociación entre los mexicanos”, añadió. Tomasini dijo, además que “el auge del materialismo en las últimas décadas, ha implicado un menosprecio por la vida espiritual. La mentalidad que promueve la ciencia contemporánea, el consumo y la explotación sistemática de la naturaleza, es de menosprecio completo hacia todo lo que no sea efectivo o práctico, y ello tiene consecuencias para las religiones”.

Insistió que “la religión católica ya no desempeña el mismo papel y ha perdido vigencia. Ahora opera de otra manera. Sin embargo, no es exclusivo de ese credo, sino de todos, en donde se busca una relación con la divinidad”.

Estoy consciente de que el hecho de que la Virgencita pierda adeptos no se debe a que la gente sea más culta o más informada ni nada de eso, pero el hecho de que este debilitándose es un gran avance.

Queda de ustedes.

TORK. Bizcocho de Montecristo. Año 2007 E.C. - 8 E.E.

Tarde

Siempre llego tarde. Y no me refiero a cuestiones de puntualidad ─que eso da para su propia entrada─, sino a que siempre empiezo las cosas ...