lunes, 28 de enero de 2008

Un poco de cine

Tratándose de lo que llaman "séptimo arte" soy extremadamente fácil de complacer. Ya una vez escribí sobre 8 de mis películas favoritas. Para no ser repetitivo mencionaré algunas más. No se trata de las "mejores" (entiendan eso como quieran), sino de las que me gustan; de las que me hacen no querer salir de casa cuando salen en tv o que acabo comprando para verlas cuando me dé la gana. No importa si son churros, si son películas idiotas, y cualquier pero que les puedan poner, son películas que me hacen disfrutar el rato. Estoy de acuerdo en que hay que fomentar el raciocinio (por algo le entré a Feria Bloguera Escéptica), pero no chinguen. Hay que descansar la neurona de vez en año.

Corre y se va:
  • La saga de Rocky. Particularmente las partes 1, 2 y 6 y excepto la 4 (por anticomunista). Siempre me han gustado el boxeo y las películas de Stallone, así que son una buena combinación.
  • Acorralado (Rambo 1). Fue la única que no tuvo violencia gratuita y trató un problema real en su tiempo y de actualidad: Los soldados que regresan de la guerra y a quienes la sociedad ya no quiere después de que los estuvo alentando. Y ya estoy listo para la cuarta entrega a ver qué tal.
  • Tron. El clásico ochentero en el que se basaron para hacer el capítulo de los Simpson Homer3 (Homero al cubo). Sólo una vez ví que la pasaron en tv.
  • La saga de Karate Kid. Por esa pinche película me hicieron ir al karate cuando era niño ese año. Con la tercera parte de esa saga fue la primera vez que ví dos veces en el cine una misma película.
  • Tango y Cash. Otra vez Stallone. Junto con Kurt Russell. 2 policias buscan limpiar su nombre. Primera vez que ví a esa belleza llamada Teri Hatcher.
  • Flashdance. Otro clásico. Cenicienta en los ochentas. Y maldita sea mil veces Jeniffer Lopez por refritearsela en un video.
  • Stigmata. Una atea estigmatizada. Giorgio Bongiovanni se la pela.
¿Alguna me falta por nombrar?

Queda de ustedes:

TORK. Bizcocho de Montecristo. Año 2008 E.C. - 9 E.E.

Tarde

Siempre llego tarde. Y no me refiero a cuestiones de puntualidad ─que eso da para su propia entrada─, sino a que siempre empiezo las cosas ...