jueves, 14 de agosto de 2008

¿Orgullo ateo?

Entrada 101 y que no tiene nada de divertido, así que si se quieren rajar ahora es cuando:

He manifestado mi ateismo y las razones de ello: Desencanto con la religión, discordancia entre los postulados religiosos y la realidad, falta de pruebas de la existencia de un poder superior, etc., pero nunca había pensado en que si esa elección es digna de orgullo; en mi opinión no lo es, sólo siento la gratificación de haber elegido voluntariamente un camino y seguir en él.

Me he manifestado ateo, pero ese ateísmo sólo se ha limitado a conversaciones/polémicas con creyentes, entradas blogueras, comentarios despectivos acerca de las creencias religiosas (y de algunos creyentes), la interacción con otros descreídos y, últimamente las funciones del Circo del Absurdo; en otras palabras, soy ateo de dormitorio (más adelante volveré sobre este punto). Ahora se presenta una oportunidad de hacer algo más, algo con lo que no estoy de acuerdo, pero que apoyo porque puede tener algo de positivo.

Lean lo siguiente:
Ha llegado el momento de declarar abiertamente nuestro orgullo e iniciar la lucha persuasiva por cambiar definitivamente la connotación peyorativa de la palabra "ateo"; ha llegado el momento de pasar a la acción y promulgar abierta y decididamente el libre pensamiento. Los no-creyentes no tenemos por qué seguir reprimiendo nuestras ideas y convicciones a riesgo de ser asociados con una escasa moral o alguna predilección política; coligados con la representació n humana de todo mal social. Si a la civilización occidental le basta con reducir su imaginación a la malcriada concepción que tienen de felicidad, para nosotros es suprema justicia ser escuchados y respetados. Basta ya de prejuicios superfluos, de degradaciones, de incomprensión. De ser una minoría relegada.
Ninguna empresa grande y significativa que se precie de cambiar el rumbo de la Historia ha visto la luz sin una idea germinadora igualmente revolucionaria. Propongo entonces una escalada internacional sin precedentes, una movilización atea de tan enorme ambición que hará trascender nuestras ideas hasta los anales mismos de la Historia. Y con tal fin, nace la " I Marcha Mundial Atea: Por una sociedad laica", el 28 de Septiembre del 2008. Es justo lanzarse a la calle gritando al unísono en pos de nuestros ideales, teniendo por bandera la racionalidad y la libre indagación, apoyándonos en los pilares del continuo cuestionamiento como base de la evolución. Es necesario gritar que nuestros principios no son una fe, sino que se sustentan en la ciencia y en la razón. Es misión dejar patente que ya no nos conformamos con permanecer a la sombra. Ahora estamos en pie de guerra, para exterminar sus impuestos dogmas de lo "bueno" y "moral".
Y para ello, debemos alcanzar la unidad de los ateos, de aquellos que están organizados como de tantos otros que permanecen latentes, pues es en esta unión donde germinará la semilla de la victoria! Juntos, la maquinaria crecerá a tal punto de convertirse en un verdadero e incontenible grito de guerra. Es un momento idóneo, donde los constantes torpedos de la religión amenazan investigaciones revolucionarias de la ciencia y obstaculizan una educación libre de dogmas, una verdadera educación.
Una vez instaurado un pie de fuerza de tales magnitudes, las organizaciones conservadoras, grupos religiosos, la misma Iglesia e incluso sectores políticos reaccionarán como oposición, aunque su indignación mediática se traducirá en publicidad gratuita e instantánea para nuestro propósito. Para aquel entonces la avalancha será irrefrenable. Y entonces seremos escuchados y nuestros argumentos resonarán como estrépitos. Sólo hace falta despertar esa chispa revolucionaria en esta sociedad aletargada, para derrocar a esa gente que a día de hoy, en pleno siglo XXI, pretende imponernos su insana moral.
Alcanzado este punto, saldremos finalmente a las calles de manera masiva, y le mostraremos a la porción de humanidad que faltaba que caminamos entre ellos. Que no sólo somos muchos; que estamos más organizados y fuertes que nunca. Y la victoria será inexorable. Nuestras pérdidas se limitarán a los grilletes que nos relegan y menosprecian en la sociedad, los barrotes que aprisionan y tienden un velo de ignorancia sobre gran parte de la humanidad. Habremos contribuido a dejar una huella imborrable en la sociedad, respondiendo a una necesidad histórica y obteniendo un nuevo estatus en la opinión pública donde tengamos influencia real y duradera. Y entonces empezará una nueva era. Nuestra era.
Hacemos un llamado a la unidad atea, ¡Por una sociedad laica y la libertad del intelecto!


Lo que acaban de leer (los que lo leyeron) es el manifiesto en el cual se convoca al ateo a "salir del clóset" y manifestarse como tal, asimismo se convoca a realizar una marcha mundial por el orgullo ateo el día 28 de septiembre en diversos puntos de México y el mundo. La idea en sí es buena: la lucha contra la discriminación hacia personas no creyentes en un acto inédito (no la marcha, sino que la hagan los ateos) que logre que muchas personas se den cuenta de la existencia de la otredad, por lo que un evento de estas proporciones asusta y emociona.

Si se fijaron, líneas arriba dije que es algo con lo que no estoy de acuerdo, pero que aún así apoyo y les explicaré la razón:

- Los apoyo porque hasta este momento he sido, como dije, un "ateo de dormitorio". ¿Y qué mierdas es eso? La respuesta la dio el que en sus días de gloria se hizo llamar Gerardo Bloomerfield, sólo cambién "satanista" por "ateo":

Los Satanistas de Dormitorio

—Gerardo Bloomerfield—
Mucho se ha criticado y estigmatizado de la actitud de los llamados "diabolistas", esto es, los "satanistas" de nombre, que pretenden adorar al diablo, apalean al xianismo, etc.
Supuestamente el daño que hacen al verdadero satanismo, es dar una "imagen errónea" del mismo. Personalmente creo que esa imagen "errónea" (fomentada por la xiandad incluso) nos es favorable, puesto que graba en la mentalidad de los débiles los arquetipos en los cuales se basa nuestro poder.
Asi que personalmente, estos "satanistas gritones", no me molestan en lo absoluto. Es mas, muchos de ellos, creyendo en el diablo o no, adorándole o no, logran mas poder y trascendencia que muchos de los "verdaderos satanistas".
Los que si me molestan, son los "satanistas de dormitorio".¿Quiénes son?
Bueno, es una nueva especie que acabo de descubrir...Se las defino mas o menos:

CREENCIAS

— Creen absolutamente en todo lo que dijo La Vey, y consideran a "La Biblia Satánica", un libro sagrado, sin darse cuenta que los escritos de La Vey son señales en el camino, no el camino en sí....
— Viven encerrados en si mismos, creyéndose superiores a los demás. Son los primeros en criticar el "activismo," con la muletilla de que "es una pérdida de tiempo", cuando en realidad lo que no tienen es ni el valor, ni la voluntad, ni el poder de llevarlo a cabo.
— Viven enclaustrados en "su dormitorio", único templo satanico que conocen, leyendo los mismos escritos una y otra vez, sonriendo burlonamente para si mismos cada vez que observan el progreso de los Satanistas mas agresivos. Cuando no están leyendo LA BIBLIA SATANICA se estan masturbando con un video de PRIVATE. Esa es toda la indulgencia que conocen.
— Se burlan de quien no tiene el conocimiento , sin valorar si acaso tiene la inteligencia. Como si ello mismos hubieran nacido con "La Biblia Satánica" escrita en el cerebro, y nunca hubieran dicho y hecho ninguna estupidez... Asi lo que hacen es alejar del Satanismo a potenciales inteligencias, o en último caso a tontos útiles.
— Basan su autoestima y su adoración de si mismos, no en su propia trascendencia, sino en la crítica de la trascendencia ajena. Los "diabolistas" suelen ser los blancos de sus ataques. También satanistas snobistas como Marilyn Manson... claro, no se dan cuenta jamás que Manson tiene una cuenta de varias cifras en su banco, gracias a todo su circo, mientras ellos la única cuenta que tienen es la "mesada" que les dá papá y mamá.
— Son por lo general post-adolescentes ociosos, sin valor ni voluntad.Adoptan el Satanismo como un forma de elevar su autoestima. Cada vez que se deprimen piensan "soy satanista, soy alguien". No es para ellos lo que el Satanismo debería ser, una actitud de rebeldía frente a lo establecido, una actitud de desarrollo individual frente a la vida.
— Son idólatras: suelen tomar como maestro a algún Satanista influyente o reconocido, como una versión satánica de Karate Kid. Todo lo que dice el maestro es incuestionado por el "pequeño saltamontes" o "satanista san".
— Su pereza les impide hacer nada trascendente, nada inolvidable... Pierden su tiempo criticando la obra de quienes si lo hacen. Nunca llegan a nada. Ni a puestos de poder, ni a la fama, ni al dinero: pero siempre tendrán esa estúpida sonrisa burlona en el rostro y pensarán: "soy Satanista, no puedo perder el tiempo".
— Justifican su mediocridad, su pereza, tomando partes de los escritos de La Vey, olvidándose que este señor fue un maestro de el snobismo, del glamour, de la fantochada bien encauzada, un valiente activista antixiano, un transgresor que logró la fama, el dinero y la trascendencia post-mortem.
Asi son los "Satanistas de dormitorio". Rara vez usan una baphomet, o se visten de negro. Se sienten "inteligentes" pasando desapercibidos y no prestándole atención a nada.Se encierran en su cuarto a soñar con el poder que nunca tendrán... el poder que viven para criticar.
Nihilistas decadentes, encerrados como la tortuga en una caparazón de orgullo sin fundamento, son mas dañinos para si mismos que para los demas, pero son molestos... molestos como mosquitos que siempre estan a la busca de una gota de sangre humana, zumbando y perturbando la labor de los que creemos en la trascendencia, y la realización personal.
¿Les suena conocido? Bien... Sólo les digo que estos son peores que los "diabolicistas", pues los diabolicistas al menos tienen coraje, valor,poder y en su ignorancia trascienden. Estos, sin ser ignorantes y con todos los elementos a su alcance se hunden en la mediocridad por su simple voluntad (o falta de ella).
Un saludo a quienes se lo merecen...

Naturalmente esto no se trata de evangelizar ni de convencer a nadie. Ustedes lectores saben por experiencia propia que una de las cosas más inútiles e infructuosas que hay es intentar convencer a alguien de algo, la idea de esto es otra. Remito nuevamente al manifiesto.

- No estoy de acuerdo con una marcha. Sabemos que la organización es la que da la fuerza a un movimiento. Hay muchísimas organizaciones, siempre las ha ha­bido, pero generalmente son organizaciones que se integran en viejos esquemas superados, porque ya se conoce el antídoto: ignorarlos. Ése es el antídoto, así de sencillo. Tenemos a la vista las luchas de los ferrocarrileros, de los médicos, de los maestros, del Consejo General de Huelga (CGH), de la Coor­dinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), etc. Todos ellos, una y otra vez, reproducen esquemas de organización total­mente superados. Ahí están las pruebas, si funcionaran, esas organizaciones ya no tendrían necesidad de mar­chas; una o dos y a la chingada, ya obtienen sus demandas, pero siguen con esa reiteración de marchas y marchas porque no dan resultados. La marcha es necesaria, pero insuficiente. Es necesaria porque tiene como fin crear conciencia de problemas entre mayores sectores de la población, por una parte; y, por otra, mostrar la fuerza con que se cuenta a aquel sector que se quiere impresionar. Esa forma de organi­zación está rebasada; si queremos que haya cambio ¿cómo lo vamos a hacer? Con marchas no vamos a logrando. Necesitamos buscar una forma de organización para la cual el otro no tenga todavía el antídoto. Dice Tomás Mojarro: Una marcha corresponde a la verdadera lucha, lo que un desfile a la verdadera guerra. Son desfiles. Vete, enemigo, deja de atacarnos, mira cuántos somos, quiénes somos y qué armas tenemos para combatir.

No estoy de acuerdo porque es un gran error pensar a lo grande. Dicen: vamos a organizarnos por miles, por millones, una marcha mundial. Eso es prácticamente imposible, es estar de antemano vencidos, es practicar la cultura de la derrota. Se puede llenar el Zócalo con mucha gente, pero la multitud tiene la cabeza caliente y el corazón frío. Es espontaneísta, es para algaradas. Pensar en macro es la cultura de la derrota; hay que pensar en micro. Si pensamos en una marcha mundial y que con eso vamos a romper paradigmas le estamos haciendo al pendejo. Pero si pensamos en 4 gatos con la necesaria labor de proselitismo para que se vayan multiplicando estos grupos pequeños, eso es factible, eso sí lo entiende un individuo.

No es mi intención desinflar este movimiento, me gusta la idea de que los ateos se unan y organicen en aras de un reconocimiento, lo que no apoyo es la estrategia. Y si he decidido participar en esta marcha es porque espero que lo tomen en cuenta, vivan la experiencia, no se desanimen si no salen en la tele y después podamos planear estrategias que realmente funcionen.

Aprovecho para invitarlos a todos ustedes que leen (y no comentan) a echarle un ojo al enlace colocado más arriba, se informen acerca del movimiento y, si pueden, le caigan a una de las marchas, mínimo va a ser un buen desmadre.

Queda de ustedes:

TORK: Bizcocho de Montecristo. Año 2008 E.C. - 9 E.E.

Actualización: Mi padre ya se enteró y se burló. me dio coraje, pero en esencia estamos de acuerdo.

Actualización 2: Ya me la hicieron de pedo por no incluir el enlace de la marcha en México. Aquí está

Tarde

Siempre llego tarde. Y no me refiero a cuestiones de puntualidad ─que eso da para su propia entrada─, sino a que siempre empiezo las cosas ...