Como dije en algún momento, temas sobre los cuales escribir sobran. Y no es por falta de tiempo, si se fijan en la barra lateral el twitter ha estado bastante activo, sino por la fálta de ese ánimo necesario para escribir sobre algún tema. Y no precísamente tienen que ser los de actualidad. Hablar del pasado siempre es oportuno, sobretodo después de haber visto que las anécdotas personales son bien recibidas en este espacio. Hablaré entonces de lo que se me vaya ocurriendo:
¿Se acuerdan de cuando les platiqué de mi enculamiento agudo? En aquella ocasión les dije entre otras cosas esto:
Pues bien, el lunes pasado, 18 de mayo, se cumplieron 12 años de todo aquello (sí, ya sé, ya estoy viejo y todo lo demás). Ni me molesta, ni me afecta en nada recordarlo, sólo que es un recuerdo inevitable en cuanto me entero de la fecha. Y me da risa pensarlo, puesto que siempre tengo la idea de que si me la llego a encontrar en esa fecha decirle: Ya llevas (en este caso) 12 años de tiempo extra. O le valdría madre o nomás se acordará, no sé, como nunca he sido tan débil ni tan cobarde como para intentar un suicidio. Y menos aún, como en su caso, un simple berrinchito con pastillas nomás porque la dejó el novio.
Otra cosa: El camarada Antonio me pregunta que para cuando haré otro programa. Respondo: Al final de la próxima semana saldrá uno con entrada incluída. Me estoy esmerando mucho en hacerlo y por eso se tarda. No sé si les gustará o no, pero cuando lean la entrada y escuchen el programa comprenderán por qué me tardé tanto. Este asunto me lleva a una duda: El título Radio Bizcocho lo puse por ser lo primero que se me ocurrió, pero honestamente no me convence ¿Qué les parece a ustedes? Se aceptan sugerencias.
El Camarada Gío Yakún será el próximo anfitrión del Circo del Absurdo, que no ha muerto y al parecer aún va pa' largo. Prometo que tendré, por lo menos, un acto preparado para tan innoble fin. Y si están esperando a que tenga listo ese acto les respondo: No sean pinches huevones y cooperen también ustedes, no quieran que lo haga uno todo.
Tengo también en el horno una crónica (al cabo ya me dijeron que me salen bien) del último retiro católico al que asistí, y en el cual me despedí de la institución definitivamente. Si quieren que escriba sobre algún tema en particular también díganme. Ya sabré si les hago caso.
Queda de ustedes:
TORK. Bizcocho de Montecristo. Año 2009 E.C. - 10 E.E.
¿Se acuerdan de cuando les platiqué de mi enculamiento agudo? En aquella ocasión les dije entre otras cosas esto:
Acabando de llegar de un viaje de trabajo recibo una llamada de su madre diciendo que esta pendeja había intentado suicidarse. Corro hecho la chingada a su casa y me entero de que se metió sepasuputamadre cuantas pastillas para dormir, lo que la llevó a una hospitalización y demás.
Pues bien, el lunes pasado, 18 de mayo, se cumplieron 12 años de todo aquello (sí, ya sé, ya estoy viejo y todo lo demás). Ni me molesta, ni me afecta en nada recordarlo, sólo que es un recuerdo inevitable en cuanto me entero de la fecha. Y me da risa pensarlo, puesto que siempre tengo la idea de que si me la llego a encontrar en esa fecha decirle: Ya llevas (en este caso) 12 años de tiempo extra. O le valdría madre o nomás se acordará, no sé, como nunca he sido tan débil ni tan cobarde como para intentar un suicidio. Y menos aún, como en su caso, un simple berrinchito con pastillas nomás porque la dejó el novio.
Otra cosa: El camarada Antonio me pregunta que para cuando haré otro programa. Respondo: Al final de la próxima semana saldrá uno con entrada incluída. Me estoy esmerando mucho en hacerlo y por eso se tarda. No sé si les gustará o no, pero cuando lean la entrada y escuchen el programa comprenderán por qué me tardé tanto. Este asunto me lleva a una duda: El título Radio Bizcocho lo puse por ser lo primero que se me ocurrió, pero honestamente no me convence ¿Qué les parece a ustedes? Se aceptan sugerencias.
El Camarada Gío Yakún será el próximo anfitrión del Circo del Absurdo, que no ha muerto y al parecer aún va pa' largo. Prometo que tendré, por lo menos, un acto preparado para tan innoble fin. Y si están esperando a que tenga listo ese acto les respondo: No sean pinches huevones y cooperen también ustedes, no quieran que lo haga uno todo.
Tengo también en el horno una crónica (al cabo ya me dijeron que me salen bien) del último retiro católico al que asistí, y en el cual me despedí de la institución definitivamente. Si quieren que escriba sobre algún tema en particular también díganme. Ya sabré si les hago caso.
Queda de ustedes:
TORK. Bizcocho de Montecristo. Año 2009 E.C. - 10 E.E.
