viernes, 11 de septiembre de 2009

De desengaños y patrioterismo

Se vienen las fiestas patrias y otra vez estamos inundados con un chingo de agua el ambiente tricolor que, como siempre, nos lo quieren zambutir por todos lados:
  • La Zeta: Salvajemente patriota.
  • Las figuritas de charro y china poblana en las papelerías.
  • El chingado festón (que es una tira tricolor de papel crepé).
  • Los templetes y juegos mecánicos.
  • Los locutores de televisa y los comerciales de radio exaltando la gesta heroica.
  • Un chingo de etcéteras.
Una de las cosas inherentes al estudio de la Historia (así, con mayúscula ¿qué pedo?) es el desengaño producido cuando, a nivel universitario, nos enteramos de los sucesos históricos desde una óptica distinta a la que teníamos en la educación previa. No me refiero aquí a la "verdadera historia de... ", esas son pendejadas. No existe tal cosa como la "verdadera historia", lo que hay son verdades historicas que, de la misma forma que las verdades científicas, se transforman cuando nuevas evidencias hacen que desplacemos las teorías existentes con otras nuevas.

Esos desengaños (que no es lo mismo que decepciones) son los que a veces nos hacen no querer participar de las celebraciones, conmemoraciones, aniversarios y demás pendejadas que se acontecen cada año. En este caso, con el pretexto de las "fiestas patrias" y el próximo "bicentenario/centenario" habemos muchos que la neta ni siquiera tenemos interés en entrarle al desmadre.

¿Cómo está eso de que vamos a celebrar que un viejo pelón, cura cogelón que se pasaba de cabrón, se puso a gritar "¡Viva Fernando VII!" o "¡Abajo (o muera) el mal gobierno (de José Bonaparte)!"? Y ni modo de celebrarlo cuando, a la hora de los putazos en la Alhóndiga de Granaditas, cuando le avisaban que muchos indios estaban muriéndose, les contestaba: "No importa, al cabo tenemos muchos". En pocas palabras: un cura desobligado y un pésimo comandante militar al que desmadraron a las primeras de cambio, no sin antes lograr una serie de masacres de indios y que, para rematar, ni siquiera buscaba la independencia de la Nueva España, ya no digamos de México.

Otra: ¿Cómo es que en México se celebra el inicio de los putazos y no la consumación de esa separación de la Metrópoli? Si se han fijado, en nuestro terruño "el grito" la fiesta, la música, las pedas, los fajes y demás son la noche del 15 (o la madrugada del 16, pa'l caso es lo mismo) de septiembre, cuando aquel viejo pelón enfundado con suelas de hule se hace a la una una con la guadalupana. Curiosamente nadie -pero de verdad nadie- se acuerda que 12 días después, el 27 de septiembre, se conmemora que el Ejército Trigarante trigaranteó la entrada del pito suelto de Agustín de Iturbide a la Ciudad de México anunciando así la total separación con respecto a España. Me imagino que algo tuvo que ver que, al otro día de la entrada del ejército, se firmó el Acta de Independencia del Imperio Mexicano, con el pito suelto antes mencionado como cabeza del imperio. No sé, suposiciones mías.

Una más: Nos pintan la fiesta como la liberación de los mexicanos de la tiranía de los españoles que por 300 años nos tuvieron oprimidos. En primera bajémosle de huevos con ese puto trauma de la conquista. No nos conquistaron a nosotros, o por lo menos yo no estaba en el Templo Mayor de Tenochtitlan cuando llegó Puente Pedro del Alvarado al grito de ¡Arriba el asalto hijos de las manos esto es una putaaa!* Nosotros somos el resultado de aquel encontronazo. Además, aunque quienes se quejan de la brutalidad de la soldadezca española y de la labor de la Iglesia católica (que no se iba a salvar de ser embarrada en esta entrada) como factor de alienación y que, al empezar el S. XIX era una institución muy poderosa en la Nueva España, tienen toda la razón, que no mamen: Por acá no estaban precísamente en un mundo idílico.

Para empezar no es cierto que por acá nomás estaban los mexicas, sino que había un chingo y 2 montones de pueblos, grupos étnicos y demás, todos ellos con una tradición mucho más antigua que los nahuales. Luego cuando los aztecas se convirtieron en mexicas y consolidaron su poder, fueron tan hijos de puta como los europeos que los tumbaron ¿O ya se les olvidó la división entre macehuales y pipiltzin? ¿O el régimen teocrático? ¿O cómo tenían a los pueblos vecinos agarrados de los huevos? A la mierda eso de que los indios buenos contra los españoles malos.

Y si aquí se me encabrona algún indigenista, primero que le piense a ver si no es un racista disfrazado y luego que me alegue.

Como decía: En tiempos de la Colonia la situación no era mejor. Hasta arriba estaba el virrey y el clero, que aunque no se dio vuelo quemando herejes como en Europa, sí tenía el conocidísimo poder de controlar las conciencias y que, aunque tuvo sus puntos a favor, como el sabio Clavicordio Clavijero y las misiones y la ayuda a los desamparados, en la balanza pesa más su labor negativa y criminal. Sin mencionar que, al igual que ahorita, los "mexicanos" no eran iguales entre sí: No era lo mismo un español peninsular que uno criollo, ni un criollo que un mestizo, ni un mestizo que un mulato, ni al primero le pone "pato", ni al segundo le pone "peto", ni al tercero le pone "pito"... ¿en qué iba... ? Ah sí, que había muchos tipos de "mexicanos".

Y ahora resulta que "todos somos uno", como vil partido de la selección. Que no mamen. Y que, por cierto, espero que pierda, para que así dejen de estar chingando.

Sin mencionar que, como siempre, se sigue pensando la historia como la vida de los grandes personajes cuando resulta que, sin una base social, ni un apoyo popular o masivo, nadie de ellos sería siquiera conocido. La historia también es de los pueblos y de la gente, olvidados y ninguneados (ya sé, parezco izquierdoso sesentero, pero ¿a poco no es cierto?).

Por lo pronto esa noche mexicana me la pasaré aquí en mi casa y viendo las repeticiones de House y los Simpsons.

*Los Tepichines: Descubrimiento de América

Queda de ustedes:

TORK. Bizcocho de Montecristo. Año 2009 E.C. - 10 E.E.

Tarde

Siempre llego tarde. Y no me refiero a cuestiones de puntualidad ─que eso da para su propia entrada─, sino a que siempre empiezo las cosas ...