miércoles, 11 de mayo de 2011

Más pa' repartir

En una vieja entrada les platiqué algunos de mis traumas con la lectura. Les plátiqué cómo, a pesar de que no me gusta leer porque me obligaron, he encontrado en esa actividad (sí, aunque uno esté a dos nalgas en una silla, la lectura es una actividad) cierto gusto y cierto placer, además de haber aprendido dos que tres cositas.

La entrada de hoy, muy a tono con la anterior, busca compartir a ustedes algunos de esos textos que, considero yo, pueden servir o entretener. Como dije antes, no son recomendaciones de lectura, sino mi forma de compartir con uds. lo que he encontrado y de lo que me he enterado. Repito: no se pueden recomendar libros por la misma razón por la que no se pueden recomendar medicamentos: Es necesario conocer primero a la persona para poder recomendarle algo. Lo que yo hago no es darles la medicina, sino poner a su disposición la farmacia. Vayan con su médico para que los recete y, si se automedican mátense, muy su pedo.

Voy pues:



Referencia necesaria para aquellos que siguen con el dogma de: "Es que la Edad Media era oscurantista. La Iglesia lo dominaba todo y los pinches feudales eran unos malditos weeeee". Si bien la obra ha sido ampliamente rebasada y hay varias autores que han profundizado en estos temas (como Georges Duby y Joan Huizinga), esta obra de Pirenne es un muy buen punto de partida.



Un clásico y cotorrísimo volumen en el que LaVey sintetiza su doctrina, fusilándose a Nietszche y a Crowley entre otros, mostrando que Satán no existe y que su satanismo es en realidad un ateísmo práctico.



Ustedes pueden llamarlo San Mircea y pueden arrodillarse ante él. Considerado uno de los grandes del estudio del fenòmeno religioso. Escribió este librito para el gran público, explicando muy someramente qué transa con Lo Sagrado. Está muy simple. Hasta los ateos lo entenderían.




Obra de uno de mis maestros involuntarios. Muestra que las ideas, por muy puras que parezcan, son reflejo de nuestro propio ser y de nuestros deseos. Anacrónico por momentos es una excelente obra, digno producto de su tiempo y cuya tesis es aún válida.


Ahorita nomás les dejo ésos. Ya me conformo con que lean alguno. Con el tiempo, cuando mi biblioteca virtual sea un poco más extensa (y cuando me dé la gana), les pongo otros.


Queda de ustedes:

TORK. Bizcocho de Montecristo. Año 2011 E.C. - 12 E.E.

Tarde

Siempre llego tarde. Y no me refiero a cuestiones de puntualidad ─que eso da para su propia entrada─, sino a que siempre empiezo las cosas ...