Hace unos años el presidente del país (me niego a decir su nombre) tuvo un resbalón desafortunado, en el que aseguró que por no creer en Dios los jóvenes son blanco fácil de la adicción a las drogas. La reacción no se hizo esperar: además de varios políticos y personajes públicos, un grupo de ateos ─que no eran tan públicos─ redactó y publicó una respuesta a esa declaración tan pendeja.
Pues bien, ahora con la visita de Joseph Ratzinger, cuyos pormenores ya han tratado otras personas más calificadas que yo, se han soltado la rienda los periodistas, reporteros, redactores, locutores y demás fauna hablando de «la fe que nos une», «el mensaje de paz de Su Santidad», «los mexicanos estamos con Benedicto» o «Los problemas de México sin duda se asemejan más a una sociedad atea que cristiana». La última no es broma ni es paráfrasis, es una afirmación real que hizo la columnista Carolina López, del periódico El Norte en un artículo publicado el pasado 24 de marzo llamado La fe cubana y mexicana. La columnista, quien al parecer seguido tiene desbarres de este tipo (chequen aquí y acá), aseguró que «La indiferencia religiosa, o el "yo creo a mi modo", es sin duda causa fundamental de muchos de los problemas que padecemos».
La respuesta a esas burradas no es tan complicada. Puedo remitir a la carta que elaboramos sobre las declaraciones del presidente, tomando algunos fragmentos y poniéndola al día:Nuestra falta de creencias sobrenaturales nunca ha sido impedimento para esmerarnos y desarrollarnos en las actividades y profesiones en las que nos desempeñamos, ni para contribuir con el mejoramiento de nuestras comunidades, ni para ser miembros productivos de nuestra sociedad ni para procurar el bienestar de nuestras familias.
El discurso de la columnista acerca de hacia quienes no profesamos creencia religiosa alguna es completamente erróneo, pues asegura que la no creencia en Dios (y precisamente en el dios en el que ella cree) está directamente relacionada con varios de los males que pesan sobre nuestro país. Los ateos podemos ser gente de bien (bien ególatra), gente que trabaja, estudia y busca superarse. Paralelamente, una mirada a las estadísticas pertinentes comprobará que gran parte de los adictos a alguna droga son creyentes en algún poder sobrenatural, incluidos los que creen en el mismo dios al que Carolina López alude.
El discurso de la columnista acerca de hacia quienes no profesamos creencia religiosa alguna es completamente erróneo, pues asegura que la no creencia en Dios (y precisamente en el dios en el que ella cree) está directamente relacionada con varios de los males que pesan sobre nuestro país. Los ateos podemos ser gente de bien (bien ególatra), gente que trabaja, estudia y busca superarse. Paralelamente, una mirada a las estadísticas pertinentes comprobará que gran parte de los adictos a alguna droga son creyentes en algún poder sobrenatural, incluidos los que creen en el mismo dios al que Carolina López alude.
No creer en un dios no es causa ni evidencia de una moralidad insuficiente o inferior a la de los creyentes.
Y creo que no hay más que agregar. La respuesta a estas afirmaciones no se dirige a la columnista, ni a sus jefes, ni a autoridad alguna, sino a mis lectores ─si es que queda alguno─ y al resto de la gente, quien es a fin de cuentas, la que mantendrá o cambiará su opinión con respecto a los ateos.
Pasemos ahora a lo que sigue:
Este artículo que nos congrega hermanos míos generó un pequeño terremotito en el grupo Ateos de México (que tienen un grupito cerrado en féisbuc y a cuyo foro renuncié asqueado ante la amenaza de censura), quienes ni tardos ni perezosos elaboraron un comunicado a manera de respuesta, solicitando la adhesión de quienes estuvieran de acuerdo con sus afirmaciones. Tienen razón en el punto central de su tesis: que no mame Carolina López y que no diga que los ateos somos ojetes ─aunque muchos lo seamos─. Peeeeeero también dicen algunas pendejadas que no quiero pasar por alto porque no me da la gana. Fiel a mi estilo intercalaré algunos fragmentos del comunicado con mis respuestas.
Respuesta a Carolina López del periódico "El Norte"
Luis De Uriarte Guerrero, Subdirector Editorial diario Reforma
Alejandro Junco de la Vega, Director reformaJorge Alberto Meléndez, Director AdjuntoCarolina López Editorialista, Diario el norte/reforma
Primer burrada: como dije anteriormente, quien sostendrá o cambiará la opinión que se tiene de los ateos es la gente que convive con ellos, no los editorialistas ni los directores de las publicaciones. Con sólo escribir el nombre de la columnista en el buscador pude ver que no es la primera vez que exhibe su devoción católica y aún así sigue siendo parte del personal del periódico ¿qué les dice eso? Pues que sus jefes están conformes con su desempeño. Siendo así ¿para qué carajos dirigir la carta a los directivos de la publicación y no a la opinión pública?
Señora columnista:
Comentando su colaboración del día 24 de marzo de este año en el periódico “El Norte” de Monterrey, N.L., la comunidad atea mexicana desea hacer los siguientes señalamientos:
¿La comunidad atea mexicana? No sean mamones.
Por principio de cuentas ¿qué es eso que llaman «comunidad atea mexicana»? Digo, porque seguramente tienen una definición lo que es esa cosa y me gustaría saberla. Si se refieren ─como seguramente es así─ a los ateos mexicanos como un todo de una vez les digo que se pueden ir al carajo. Como dijo un amigo mío mientras escribía esta entrada: «¿Desde cuándo los ateos somos una comunidad?» y agrego: aun si lo fuésemos ¿quién carajo son ustedes para decir que hablan en nombre de esa comunidad? No es la primera vez que hacen eso de arrogarse la representatividad de los no creyentes de estas latitudes y eso es algo por demás molesto. Varios conocidos ateos ni siquiera están enterados de este asunto (se van a enterar aquí) y obviamente no se les pidió su opinión al emitir este comunicado ¿también hablan en nombre de ellos? Menos arrogante y más honesto habría sido decir, como nosotros lo hicimos en su momento, que el comunicado sólo expresa la opinión de los firmantes y, cuando mucho, de los miembros de su grupito.
“Ateo, a. (Del lat. athĕus, y este del gr. ἄθεος). 1. adj. Que niega la existencia de Dios. Apl. a pers., u. t. c. s.” (Fuente: RAE).
¿Y? Digo, si iban a hablar de lo que es ateísmo mínimo hubieran puesto una explicación detallada y no sólo mostrar lo que dice la RAE, que además tiene sus asegunes.
1.- Existe un país que se llama Suecia. Según datos estadísticos, “varios estudios han caracterizado a Suecia como uno de los países más ateos del mundo. De acuerdo con Davie (1999), el 80% de los suecos no creen en Dios”.
¿Algún enlace a los estudios correspondientes donde se corroboren estas afirmaciones? Mínimo el enlace o la referencia de donde extrajeron esta cita. Digo, si acusan a la columnista de hablar al aventón mínimo podrían ustedes mostrar algún estudio pertinente. Además aquí cometen otra falla que más adelante muestro.
Nos gustaría, como comunidad atea, que usted definiera qué entiende por “sociedad atea”.
Nótese el tiro que se dan en las patas. ¿Por qué no empiezan ustedes diciendo qué entienden por «comunidad atea». Y de paso, repito, fundamentar el poder que se atribuyen de ser la voz de dicha comunidad.
Los de la escasa seriedad son ustedes.
Dado que usted considera que los ateos somos algo parecido a los criminales, sírvase revisar las estadísticas de cuántos ateos se encuentran en las cárceles de Estados Unidos. El 98% son creyentes de alguna religión; cuando alrededor de 23 millones de estadounidenses son ateos, sólo un 2% se encuentra en la cárcel. Esta cifra no es despreciable.
Por otra parte, en los Estados Unidos existe una zona específica donde existen más problemas de violación, aborto y embarazo de adolescentes: justamente en el llamado "Cinturón bíblico" que es la parte mas fundamentalista de los EE.UU.
Revise este dato: http://www.bluenc.com/bible-belt-has-significantly-higher-rates-teen-pregnancy
De risa loca. Hablan en nombre de una comunidad atea mexicana, que es inexistente o por lo menos indefinida; reaccionan a un artículo que habla sobre la sociedad mexicana y, para apoyar sus argumentos, ¡ponen de ejemplo ─y aquí sí con datos─ a los Estados Unidos! Y uno creyendo que, si están hablando de México, van a poner datos sobre México, o ya de perdida de alguna entidad federativa o qué sé yo.
3.- Es de escasa seriedad su argumento. Si usted desconoce por completo en qué consiste el ateísmo y cuáles son las características de sus miembros, sírvase omitir completamente cualquier referencia a nuestra organización.
Los de la escasa seriedad son ustedes.
¿Miembros del ateísmo? ¿Expiden credenciales o gafetes? ¿Ya van a cobrar la membresía así como AyLM?
Quizá por las prisas no leí bien o no sé, pero en ninguna parte de la columna de Carolina López encontré referencias al grupo Ateos de México ni a organización atea alguna. Además no se anden con su corrección política (léase putería), si quiere que hable, pero que aguante vara. Nada de «si no sabe cállese», ustedes no son nadie para andar callando gente.
Los ateos no somos una ideología ni compartimos todos los mismos ideales,
Por ahí hubieran empezado. ¿Entonces por qué hablan en nombre de todos?
pero como grupo podemos afirmar que en general los ateos respaldamos el respeto a los derechos humanos; impulsamos el laicismo, el desarrollo científico y el escepticismo.
¿Con qué bases pueden afirmar esto? ¿Nada más por los ateos que conocen?
No sobra mencionar a destacados personajes mundialmente reconocidos por sus valiosas aportaciones al mundo, sea en las ramas de las ciencias duras, en la literatura, la filosofía, etc.:
Carl Sagan, Mark Twain, Karl Marx, Federico Engels, Richard Dawkins, Stephen Hawkings, René Descartes, Bertrand Russell, Thomas Edison, Epicuro, Voltaire, Sigmund Freud, Isaac Asimov, Bill Gates, Steve Jobs, George Bernard Shaw, Eduardo del Río (Rius); si gusta usted, artistas como Charles Chaplin, George Clooney, Brad Pitt, Angelina Jolie, Woody Allen, Rowan Atkinson (Mr. Bean)... Todos ellos ateos.
1. ¿Todos ellos ateos? Míren nomás. Y yo pensando que Voltaire y Édison eran deístas (Édison además era un ojete, por lo que aunque fuera ateo no conviene mencionarlo), Rius se declara agnóstico y Epicuro tampoco era ateo (lean a Michel Onfray).
2. Según este razonamiento, a la chingada gente como el propio Darwin, Kepler, Avicena, Galileo, Mauro Rodriguez, Georges Lemaitre, Francisco Javier Clavijero, etc. porque eran creyentes ¿o no?
Y ya le paro o me sigo de largo...
Y ya le paro o me sigo de largo...
No justifico las declaraciones de Carolina López ni de ninguna persona con ideologías afines, pero tampoco voy a permitir que un grupito ateo se sienta con el poder de hablar a nombre de todos, incluyéndome, y que encima de todo lo haga de una forma tan pendeja.
Queda de ustedes:
TORK. Bizcocho de Montecristo. Año 2012 E.C. - 13 E.E.
Actualización 2: Nobleza obliga. En la sección de cartas del número 247 de la revista El Chamuco, de la que fui lector asiduo en su primera época, aparece publicada una versión abreviada de dicha carta. Click para agrandar.
Esta versión sólo menciona como responsable de la publicación al colectivo Ateos de México y no a la comunidad atea. Por tanto no está sometida a las críticas contenidas en esta entrada.
Actualización: Una persona identificada como Sofía colocó este comentario en la entrada que Daniel Zepeda hizo sobre el asunto. Ni qué decir que estoy completamente de acuerdo.
Que mamada que se sientan “indignados” por lo que una periodista que en su casa conocen, escriba en un períodico de intrascendente importancia. Yo también soy atea y lo que dijo esta mujer, la verdad, me vale madres. Es como si el 85% de la población mexicana (que según el INEGI es la que profesa la religión católica) se te va a la yugular cada vez que les dices algo de “su amigo imaginario”. Pues no verdad? ni modo, agárrese sus huevitos papaesceptico, asi como despotricas madre y media de los católicos, pues aguántate ahora. El respeto es un derecho y una obligación fundamental entre seres humanos, tu te metes con las creencias de la gente, todo el tiempo, y cuando crees que alguien afecta las tuyas, brincas y haces desmadres. No señor, no sea puto y aguántese.