sábado, 6 de octubre de 2007

La iglesia: fábrica de ateos (parte II)

Primera parte

... por empezar a pensar se mete en broncas.


Durante el primer año de mi incursión en la "enseñanza", sin contar que los mini monsters casi me causan un infarto, mi relación con los demas instructores fue relativamente pacífica. Algunos habían sido mis maestros y eso me granjeó simpatías, amén de que me veían como "el niño". Todo eso cambió a partir del segundo año con el Retiro de Evangelización de SINE ®.

Como ustedes a lo mejor no saben, dentro de la iglesia católica hay muchas corrientes y facciones, entre las cuales se cuenta un Sistema Integral de la Nueva Evangelización (SINE), que no es mas que el invento de un tal Alfonso Navarro que tiene por objetivo el adoctrinamiento de los incautos de una forma mas "razonada" y "consciente", que trabaja mediante la sistematización de todas las actividades parroquiales y la invención de toda una terminología. De ahí que los cursos de catecismo tenga calendario y cuanta madre implica eso. Quien sepa un poco de psicoanálisis y psicología verá en eso simples racionalizaciones, es decir, intentos de justificación de diversas prácticas(al momento de escribir estas líneas se me está ocurriendo que puede ser neoescolástica, por aquello de que Tommy de Aqui-no decía que razón y fe sí congenian, pero necesito documentarlo, no estoy en posición de afirmarlo), además de un frente de batalla contra la competencia.

El Retiro de Evangelización es otra de esas actividades periódicas consistente en que, durante tres días, un grupo de asistentes es introducido mediante temas y otras mafufadas, al mundo eclesial evangelizado. Se le da mucha importancia, ya que se le considera un rito iniciático sin el cual uno no ha comprendido el mensaje de dios y no puede pertenecer plenamente a su Iglesia (me cae que así lo tratan, no invento nada), por ende no se puede desempeñar ningún cargo o servicio.
Mi gafete del retiro

Todo este antecedente es necesario para medio entender lo que sigue:

Mi jefa me dijo que necesitaba pasar por dicho rito si quería seguir en el grupo, presiones de arriba y esas cosas. Después supe que las presiones eran de las otras viejitas que no me consideraban digno sólo por ser joven y por no estar evangelizado (que es como se llama a quienes pasan por el numerito). Así que sin previo aviso y brincandome una serie de preceptos me inscribieron y fui iniciado. Pasé un fin de semana escuchando diversos temas y viendo como casi todos los asistentes (el casi fuimos un grupo de chamacos de los que hablaré más adelante) llorar sus penas a moco tendido conmiserándose y humillandose de una forma sumamente desgradable.

Habendo pasado aquello me enteré de otro detalle: Ahora teníamos que pertenecer a una serie de grupitos llamados pequeñas comunidades. Según ellos, basado en las comunidades primitivas y un montón de pendejadas relacionadas. En esos grupos me reunieron con algunos individuos con los que conviviría durante años. Paralelamente seguía con mis alumnitos y con mis estudios (cursaba el bachillerato en el CCH Vallejo), de manera que mis actividades se incrementaron trayéndome muchos problemas. Sin saberlo, estaba colocándome una bola de preso que arrastraría durante 5 años.

Empecé a dedicar a la iglesia demasiado tiempo, lo que me trajo descuidar la escuela (de ahí que cuando vi Nip/Tuck y lo de la cienciología me acordara de todo esto), pelearme con mi familia, reducir mis casi inexistentes relaciones personales fuera del ambiente eclesial, burlas de mis amigos del CCH... Sí, me convertí en rata de sacristía.

Entre los grupos de pequeña comunidad que se formaron hubo 2 compuestos por puros jóvenes. El mío estaba integrado por unos 10 miembros: Todos entre los 16 y los 23 años de edad. El mayor de nosotros era un exseminarista, persona culta con la que aprendí mucho. Empezamos siendo rivales picudeándonos a ver quien sabía mas. Con el paso del tiempo nos fuimos haciendo grandes amigos junto con otros 2 cabrones igual de locos y con los que terminamos haciendo un cuarteto llamado "los jinetes del apocalipsis". Por otra parte, se empezaron a formar grupos juveniles, mediante los cuales participamos en diversas actividades, Un ejemplo: En 1995 se dio la creación de la diócesis de Ecatepec y la designación de un oscuro personaje que hasta nuestros días levanta ámpula cada que abre la boca: Onésimo Cepeda (hijo de su puta madre); fuimos comisionados para ir al evento como cuerpos de seguridad (eufemismo de carne de cañón)

Mi brazalete de seguridad

y a poco tiempo nos tocó recibirlo en la parroquia, y fui el primero en saludarlo y (sin albur) besarle el anillo. Empezamos a hacernos de cierta fama en el medio por nuestras prácticas poco ortodoxas (para los viejitos), como hacer fiestas, hacer cierto desmadre y (horror al crimen) beber en las reuniones. Nos fuimos haciendo de enemigos en el ambiente, siendo los primeros mis compañeros catequistas, a los que se les hacía inaudito que uno de sus miembros se prestara a tan degradante espectáculo. Yo siempre me defendí argumentando que no tenía nada de malo, que eramos jóvenes y que no faltábamos al respeto a los símbolos religiosos. Visto a distancia eran actividades inocentes aún dentro de un ambiente tan cerrado.

Las presiones fueron acrecentándose. Nuestras comunidades entraron en crisis al desertar varios de los miembros, obligándonos a cerrarlas. De los más de 20 que origialmente empezamos ya sólo quedábamos 6: los 4 jinetes y otras 2 chicas, una de ellas ex compañera mía, primero como alumnos y luego como maestros y ambos obligados a dejar la enseñanza de niños. Otros ataques venían de "los otros jóvenes": Unos pendejos anquilosados que hasta entonces eran los más chavos (aunque ya pasaban de los 25 años), pero tenían toda la mentalidad de los viejitos que no nos querían y trataron, por varios medios, de hacernos reaccionar... sin éxito.

No todos nos odiaban. También existía gente pensante, aún entre los más viejos, que nos quería, estaba de acuerdo con nosotros y, por ende, nos alcahueteaba. Gracias a esa gente tuvimos cabida en otro espacio dentro del mismo servicio: Los grupos litúrgicos.

Próximo episodio: El Bizcocho de Montecristo se hace liturgo y se empieza a pelear con sus propios compañeros del arma.

Queda de ustedes:

TORK. Bizcocho de Montecristo. Año 2007 E.C. - 8 E.E.

Tercera parte

Cuarta parte

Tarde

Siempre llego tarde. Y no me refiero a cuestiones de puntualidad ─que eso da para su propia entrada─, sino a que siempre empiezo las cosas ...