Ya les platiqué cómo le fue al pato.
Ya les platiqué cómo nos fue a nosotros.
Ahora toca platicarles qué carajos hacíamos en Taxco.
Primero una mini reflexión/chaqueta mental:
A raíz de mis andanzas y devaneos en el ambiente eclesiástico se me clavó la idea de que algo debe tener la religión que la haga ser una parte muy importante del ser humano. Como ya una vez platiqué, aún antes de salirme de la iglesia católica* anduve clavando la nariz en cuanto libro o sitio web tuve a mi alcance acerca de temas relacionados con las creencias religiosas (algunos de esos sitios los pueden uds. ver en la barra de la derecha en este mismo blog).
Cuando me convertí en estudiante de Historia el panorama se me abrió al encontrarme con cursos que hablaban precísamente de las inquietudes que andaba arrastrando... y me trajo muchas dudas más. Poco a poco fui cayendo en la cuenta de que, independientemente de mis consideraciones sobre la religión como producto de la debilidad humana y como instrumentum reigni (instrumento de gobierno), es necesario entender el fenómeno religioso como un componente básico del ser humano, que nos permite una mejor comprensión del mismo. Sólo a través de comprender la religión es posible una visión mas precisa de fenómenos como el avionazo a las torres gemelas, las peregrinaciones guadalupanas, las leyes del Código de Hammurabi o la muerte de los kriptonianos. Sólo la ignorancia hace aflorar comentarios como "los mitos son puro cuento", "son una sarta de mentiras", "eso ya está pasado me moda" y otros que yo mismo he dicho en algun momento.
Incluso para los no creyentes es necesario comprender estos fenómenos. No basta decir "dios no existe" o "la guadalupana es un fraude que inventaron para aplacar indios", sino que, además de que necesitamos entender cómo, por qué y contra qué estamos repelando, el entender el fenómeno religioso nos permite detectar el contenido (valga la redundancia) religioso de muchas conductas que en primera instancia parecen ajenas a dicho fenómeno, como la devoción futbolera, la marcha-peregrinación o la fe en los políticos.
Otra ventaja del estudio de estos desmadres es, precísamente, saber distinguir rasgos de verdadera devoción de turbias maniobras políticas, como lo son los mensajes y declaraciones del clero mexicano.
Ojo, no confundamos "comprender" con "justificar". Una de las consignas de la marcha atea fue "se respetan las personas, se cuestionan las ideas". Siempre será posible distinguir entre una religión que podremos considerar de lo peor, como el fanatismo islámico que reprime a las mujeres, de unos creyentes con temple cuyos actos son coherentes con sus creencias y que por ese solo hecho son dignos de respeto. El estudio del fenómeno religioso también permite tener una mejor perspectiva a la hora de discernir entre la búsqueda de justicia y la intención de hacer prevalecer criterios occidentales sólo porque son los nuestros. Difícil, pero posible.
Y dejo de lado otras razones por las que es necesario el estudio del fenómeno religioso para futuras disertaciones. Paso a platicarles qué pedo con el viaje y que pedo con algunos cabrones que se dedican a todas esas faramallas.
Como ya les dije antes, fuimos a Taxco al IV Coloquio Internacional Religión y Símbolo: "Religión y Multiculturalismo", que de internacional no tenía mucho, era puro mexicano, 5 españoles y un argentino. La organización estuvo a cargo de una mafia (a la que espero entrar algún día) llamada Sociedad Mexicana para el Estudio de las Religiones, cuya presidente y miembro vitalicio son 2 personas de todos mis respetos porque, como dice Tazy: los verdaderos genios, esos que saben de lo que hablan, no son mamones. Son las personas más agradables y accesibles que puede haber en el planeta.
Desde el principio se notaron 2 cosas:
Tocó después el turno de Adolfo Roitman, uno de los seres humanos más mamones e irritantes que alguna vez haya yo conocido (al fin argentino), no en balde era el que en cada ponencia levantaba la mano. Habló de Jerusalén y el Templo en la época bíblica y post-bíblica.
He de decir que el cabrón sabe mucho, pero su actitud es deleznable.
Luego se aventó su choro Luis Dutch, abad español, con el tema La universalidad del mensaje cristiano. Un viejito con un tono cansino y pasmado. naturalmente mostró sus apologías al xtianismo (no podía ser de otra forma), pero al mismo tiempo se mostró crítico y consciente de la decadencia del xtianismo y acuñó una frase mortal y contundente: Cualquier critica que sea critica de verdad tiene que comenzar por una autocritica
Después de aburrirme con el viejito tocó algo más ameno: Pedro Buendía y El valor simbólico y el significado del color verde en el Islam. La puso buena el wey, lástima que su comentarista lo echara a perder.
El que tuvo buenas intenciones, pero se lo comieron los otros ponentes fue Luis Gomez, que habló de Hecho social e ideal normativo; un ejemplo budista. Es decir, concepciones budistas sobre moral. Bastante interesante.
Tocó el turno después a una de las mejores ponencias del coloquio: Fiestas en España: Comunidades festivas, integración social y espera pública, por parte de Javier Costa. Mostró varias tradiciones religiosas españolas que permiten la integración de las personas e hizo hincapié en el valor de algunas tradiciones como elementos de cohesión entre personas.
Poetico y simbolismo de la matrifocalidad en y desde la imaginaria religiosa del barroco hasta el Cante Jondo de Jerez de la Frontera. Tal fue el título de la siguiente ponencia a cargo de Manuel Lorente. A esta no me quedé porque no entendía ni madres. Y no porque el tema fuese complicado, sino porque literalmente no entendía nada, el acento del ponente era tan rebuscado que parecía que ladraba (como cuando Polo Polo cuenta chistes de españoles).
Y para terminar el evento, Juan Arnau habló sobre La ilustración perdida. Spinoza, el paradigma olvidado de la modernidad. Lamentablemente a esta no alcancé a llegar y sólo escuché que se la hacían de pedo por algunos comentarios sobre la filosofía kantiana.
Eso sí, haciéndola de pedo todo el evento y al final bien sonrientes.
Naturalmente no fue todo lo que aconteció, pero eso ya será tema de otra entrada. Además en algún otro momento les platicaré de otros eventos donde se ve y se muestra el nivel de egolatría de muchos estudiosos, de la importancia del estudio de las religiones y otras anécdotas afines.
* Hago la aclaración: Iglesias hay muchas, no hay que irnos con la finta de que sólo hay una; esa idea no es mas que producto de la publicidad y del ideario común (mono ve, mono hace). Siempre que alguien diga "La iglesia", hay que hacer o pedir la aclaración sobre a qué iglesia nos estamos refiriendo.
Queda de ustedes:
TORK. Bizcocho de Montecristo. Año 2008 E.C. - 9 E.E.
Ahora toca platicarles qué carajos hacíamos en Taxco.
Primero una mini reflexión/chaqueta mental:
A raíz de mis andanzas y devaneos en el ambiente eclesiástico se me clavó la idea de que algo debe tener la religión que la haga ser una parte muy importante del ser humano. Como ya una vez platiqué, aún antes de salirme de la iglesia católica* anduve clavando la nariz en cuanto libro o sitio web tuve a mi alcance acerca de temas relacionados con las creencias religiosas (algunos de esos sitios los pueden uds. ver en la barra de la derecha en este mismo blog).
Cuando me convertí en estudiante de Historia el panorama se me abrió al encontrarme con cursos que hablaban precísamente de las inquietudes que andaba arrastrando... y me trajo muchas dudas más. Poco a poco fui cayendo en la cuenta de que, independientemente de mis consideraciones sobre la religión como producto de la debilidad humana y como instrumentum reigni (instrumento de gobierno), es necesario entender el fenómeno religioso como un componente básico del ser humano, que nos permite una mejor comprensión del mismo. Sólo a través de comprender la religión es posible una visión mas precisa de fenómenos como el avionazo a las torres gemelas, las peregrinaciones guadalupanas, las leyes del Código de Hammurabi o la muerte de los kriptonianos. Sólo la ignorancia hace aflorar comentarios como "los mitos son puro cuento", "son una sarta de mentiras", "eso ya está pasado me moda" y otros que yo mismo he dicho en algun momento.
Incluso para los no creyentes es necesario comprender estos fenómenos. No basta decir "dios no existe" o "la guadalupana es un fraude que inventaron para aplacar indios", sino que, además de que necesitamos entender cómo, por qué y contra qué estamos repelando, el entender el fenómeno religioso nos permite detectar el contenido (valga la redundancia) religioso de muchas conductas que en primera instancia parecen ajenas a dicho fenómeno, como la devoción futbolera, la marcha-peregrinación o la fe en los políticos.
Otra ventaja del estudio de estos desmadres es, precísamente, saber distinguir rasgos de verdadera devoción de turbias maniobras políticas, como lo son los mensajes y declaraciones del clero mexicano.
Ojo, no confundamos "comprender" con "justificar". Una de las consignas de la marcha atea fue "se respetan las personas, se cuestionan las ideas". Siempre será posible distinguir entre una religión que podremos considerar de lo peor, como el fanatismo islámico que reprime a las mujeres, de unos creyentes con temple cuyos actos son coherentes con sus creencias y que por ese solo hecho son dignos de respeto. El estudio del fenómeno religioso también permite tener una mejor perspectiva a la hora de discernir entre la búsqueda de justicia y la intención de hacer prevalecer criterios occidentales sólo porque son los nuestros. Difícil, pero posible.
Y dejo de lado otras razones por las que es necesario el estudio del fenómeno religioso para futuras disertaciones. Paso a platicarles qué pedo con el viaje y que pedo con algunos cabrones que se dedican a todas esas faramallas.
Como ya les dije antes, fuimos a Taxco al IV Coloquio Internacional Religión y Símbolo: "Religión y Multiculturalismo", que de internacional no tenía mucho, era puro mexicano, 5 españoles y un argentino. La organización estuvo a cargo de una mafia (a la que espero entrar algún día) llamada Sociedad Mexicana para el Estudio de las Religiones, cuya presidente y miembro vitalicio son 2 personas de todos mis respetos porque, como dice Tazy: los verdaderos genios, esos que saben de lo que hablan, no son mamones. Son las personas más agradables y accesibles que puede haber en el planeta.
Dra Yolotl Gonzalez Torres (izq. No sé si tenga parentesco con el Dr. Simi) y Dra. Rosa Ma. Martinez Ascobereta (mami de Sidurti). Respectivamente una de las fundadoras y presidente de la SMER
Desde el principio se notaron 2 cosas:
- Los ponentes eran personas que sabían de lo que hablaban y mostraban gran erudición en sus ponencias
- Todos ellos estaban dispuestos a hacerse notar metiendo su cucharota en las ponencias de los otros. Si estuviéramos en la secundaria lo que ellos hicieron equivaldría a estar sacándose el chile cada rato a ver quién lo tenía mas grande (con sus excepciones, ya que hubo quienes estuvieron en la mejor disposición de aprender de los demás).
Y ya desde ahí la cosa se puso gacha, ya que pasó de una exposición del panorama religioso en México a una aburrida colección de anécdotas del clero católico (culpa no de él, sino de los otros ojetes que, con el pretexto de preguntar, nomás se adornaban).
He de decir que el cabrón sabe mucho, pero su actitud es deleznable.
Luego se aventó su choro Luis Dutch, abad español, con el tema La universalidad del mensaje cristiano. Un viejito con un tono cansino y pasmado. naturalmente mostró sus apologías al xtianismo (no podía ser de otra forma), pero al mismo tiempo se mostró crítico y consciente de la decadencia del xtianismo y acuñó una frase mortal y contundente: Cualquier critica que sea critica de verdad tiene que comenzar por una autocritica
Después de aburrirme con el viejito tocó algo más ameno: Pedro Buendía y El valor simbólico y el significado del color verde en el Islam. La puso buena el wey, lástima que su comentarista lo echara a perder.
El que tuvo buenas intenciones, pero se lo comieron los otros ponentes fue Luis Gomez, que habló de Hecho social e ideal normativo; un ejemplo budista. Es decir, concepciones budistas sobre moral. Bastante interesante.
Tocó el turno después a una de las mejores ponencias del coloquio: Fiestas en España: Comunidades festivas, integración social y espera pública, por parte de Javier Costa. Mostró varias tradiciones religiosas españolas que permiten la integración de las personas e hizo hincapié en el valor de algunas tradiciones como elementos de cohesión entre personas.
Poetico y simbolismo de la matrifocalidad en y desde la imaginaria religiosa del barroco hasta el Cante Jondo de Jerez de la Frontera. Tal fue el título de la siguiente ponencia a cargo de Manuel Lorente. A esta no me quedé porque no entendía ni madres. Y no porque el tema fuese complicado, sino porque literalmente no entendía nada, el acento del ponente era tan rebuscado que parecía que ladraba (como cuando Polo Polo cuenta chistes de españoles).
Y para terminar el evento, Juan Arnau habló sobre La ilustración perdida. Spinoza, el paradigma olvidado de la modernidad. Lamentablemente a esta no alcancé a llegar y sólo escuché que se la hacían de pedo por algunos comentarios sobre la filosofía kantiana.
Eso sí, haciéndola de pedo todo el evento y al final bien sonrientes.
Naturalmente no fue todo lo que aconteció, pero eso ya será tema de otra entrada. Además en algún otro momento les platicaré de otros eventos donde se ve y se muestra el nivel de egolatría de muchos estudiosos, de la importancia del estudio de las religiones y otras anécdotas afines.
* Hago la aclaración: Iglesias hay muchas, no hay que irnos con la finta de que sólo hay una; esa idea no es mas que producto de la publicidad y del ideario común (mono ve, mono hace). Siempre que alguien diga "La iglesia", hay que hacer o pedir la aclaración sobre a qué iglesia nos estamos refiriendo.
Queda de ustedes:
TORK. Bizcocho de Montecristo. Año 2008 E.C. - 9 E.E.