viernes, 14 de diciembre de 2007

Confía en mi. Sé exactamente lo que hago


Quienes tengan más de 25 años (y a lo mejor los que tienen cable) habrán visto alguna vez en la antigua Imevisión (hoy Tv Azteca) una serie ochentera que parodiaba descaradamente a Harry el Sucio de Clint Eastwood y que a más de uno nos hacía doblarnos de risa: Sledge Hammer.

La serie, de sólo 2 temporadas, es una colección de barbaridades, tropelías y pendejadas de las más divertidas realizadas por un policía de San Francisco. Adorador de la violencia, todo lo resuelve a punta de balazos cortesía de su magnum .44, objeto de su adoración al grado de que habla, duerme y se baña con ella. Su compañera era el prototipo de la belleza setentera-ochentera, una agente rubia llamada Dori Dureau, que era todo lo contrario a lo que Hammer era (excepto en un episodio donde, por un golpe en la cabeza, actúa exactamente igual que Sledge).

Sledge Hammer se transmitió en EU entre los años de 1986-87, llegando a México en los años de 1988-89. Yo tenía unos 10 u 11 años. El primer capítulo que ví se llamó To Sledge With Love, donde Sledge se hace cargo de un grupo de adolescentes vándalos. Desde ahí quedé atrapado. Y no fui el único: mi padre también se hizo aficionado, al grado de que actualmente estamos descargando los episodios de la serie. Naturalmente, en cuanto los encuentre en DVD no dudaré en comprarlos.

Momentos memorables:
  • En el episodio piloto, para detener a un francotirador, vuela un edificio de un bazookazo.
  • Su compañera queda afectada al recibir un golpe en la cabeza y actua exactamente igual que Sledge.
  • Hammer imita a Elvis para un concurso y de un balazo enmudece a la audiencia.
  • Le secuestran su revolver y se tira al drama, embriagándose en una cantina y volviéndose el déspota de siempre cuando la recupera.
  • En el capítulo final se abre de capa, revelando su temor a estar solo y lanzando el revolver de lado a lado en su departamento.
Y la frase que da título a esta entrada:

Confía en mí. Sé exactamente lo que hago.

Queda de ustedes:

TORK. Bizcocho de Montecristo. Año 2007 E.C. - 8 E.E.

Tarde

Siempre llego tarde. Y no me refiero a cuestiones de puntualidad ─que eso da para su propia entrada─, sino a que siempre empiezo las cosas ...