lunes, 16 de noviembre de 2009

Mas de estudiosos

No podía faltar la blasfemia fácil

Quienes han leído el tuiter se habrán enterado de que estuve haciéndome pendejo una semanita en Puebla; y seguramente a estas alturas ya leyeron las aventuras del Señor Patito por allá. Esta vez toca platicar a todos ustedes a qué carajos fui además del paseo. Antes ahí les va la clásica chaqueta mental:

El tema del hecho y el fenómeno religioso es inmenso. Llevo metido de lleno en eso 9 años (y serían más si contamos mi interés desde antes de abandonar el catolicismo) y estoy más que perdido. Me gustaría tener la certeza simple de muchos creyentes: Dios (como sea que lo conciban) es necesario para que nuestra sociedad perdure y sin religión el mundo se colapsaría; también quisiera la certeza simple de mis compas ateos que claman que la religión es puro veneno que durante milenios ha contaminado a la humanidad y es necesario que la razón predomine. No tengo esas certezas, las versiones ya mencionadas me parecen, aparte de simplistas, estúpidas. La cosa es mucho más complicada.

El pensamiento religioso, como ya lo he dicho otras veces, se ha transformado. Ya no sólo es gente que cada domingo (o cualquier otro día) va a la iglesia o al centro ceremonial de su credo a hacerse pendejo unas horas del día. Los rituales religiosos, con la misma devoción, la misma motivación y el mismo propósito, se han desplazado. ¿No me creen?

¿Así o más claro?

Hasta parece que lo escribió el rafita

¿Les recuerda algo lo que dice este letrero? A mí sí:
Entonces Dios le dijo: "No te acerques hasta aquí. Quítate las sandalias, porque el suelo que estás pisando es una tierra santa". (Ex. 3, 5)

¿Ya vieron la semejanza o siguen pensando que no es lo mismo?

El fenómeno religioso es histórico, la fe es histórica, el ateísmo es histórico, la razón es histórica. Lo anterior significa que estos conceptos no son eternos ni inmutables, no han existido siempre ni han significado siempre lo mismo. Son construcciones culturales, como tales han sufrido los embates del tiempo y sus significados se han transformado. No podemos evaluar los fenómenos de siglos pasados con la mirada del s. XXI. Solamente la ignorancia y la arrogancia nos hacen considerar la religión como "mitos arcaicos" y a los creyentes como "idiotas ignorantes", para luego pretender honrar a los pueblos antiguos con un moñito negro, mientras los ninguneamos en el metro... y luego encabronarnos porque nos dicen "ojetes intolerantes". Nada en este fenómeno es tan categórico.

Ojo. No me estoy refugiando en el discurso posmoderno de que todas las verdades son válidas y todas caben. Aunque simpatizo con el posmodernismo tampoco es pa' tanto. Más bien la idea de lo ya mencionado es mostrar lo falaz de las observaciones simplistas y la necesidad de chingarle más al estudio para medio comprender este desmadre que es el fenómeno religioso (y acabar loco en el intento) y la importancia de comprenderlo para comprender un poco el mundo y la multiculturalidad que nos rodea.

Ya habiéndome medio desahogado ahora sí les platico

Del 10 al 13 de noviembre se llevó a cabo el XXIII Congreso de religión sociedad y política (4o. Simposio Internacional. Los nuevos contextos en el campo religioso). Organizado por varias instituciones como la BUAP y la Secretaría de Cultura de Puebla, este congreso juntó a más de 100 ojetes para exponer los más variados temas relacionados con los fenómenos sociales en combinación con los religiosos.

Antes de seguir leyendo chínguense esta entrada de Alfredo Ruiz Islas sobre los encuentros académicos para que sepan lo que ocurre en ese tipo de reuniones. Lamentablemente lo que este individuo escribe (pese al tono mamoncete y pretencioso que usa) es verdad la gran mayoría de las veces. Usaré su relato como referencia para platicar a uds. en lo que se asemeja y en lo que se separa este congreso particular de la descripción ya mencionada.

Es lamentable que, en encuentros de esta naturaleza, con tantos organismos que salen en la foto como organizadores o patrocinadores, quien quiera ser ponente tenga que pagar por participar. Es comprensible que se fije una cuota de recuperación para los asistentes que deseen una constancia (esas madres tienen valor curricular), pero que un ponente pague me parece, por lo menos incongruente.

Luego vienen las conferencias magistrales: Aquí me separo de la descripción de los encuentros para destacar la participación de los conferencistan invitados, quienes hablaron de temas que, si bien no son inéditos, se salieron del camino trillado que recorrieron muchos de los otros ponentes en las mesas de trabajo. Comenzando por el principio:

Lamento la mala calidad de las fotos. Me regalaron esa cámara hace poco y aún no le agarro el modo

Tenemos a Isidoro Moreno, quien habló de la necesidad de reinterpretar el fenómeno religioso y planteó nuevas opciones para hacerlo. Habló además del libremercado como nuevo dios y otras cosas por demás interesantes

Otro destacado conferencista magistral fue Enrique Marroquin. Él es una refutación del pendejo y falaz argumento de que todo creyente es un ignorante y un idiota ya que, siendo él cura, es un connotado antropólogo y estudioso de la contracultura. Habló del entramado religioso político y de la participación y puntos de vista de Darth Ratzinger en el asunto.

Marroquin a la izquierda. Elio Masferrer a la derecha

Alessandra Ciattini se encargo de explicarnos qué pedo con la santería, el sincretismo de ésta con el catolicismo, el concepto de cubanidad y los pedos con el castrismo.

Se me olvidó tomarle foto a ella y nomás le tomé a una de las diapositivas de su presentación

Para los que nomás voltean a lo gringo también hubo. El ponente Lindy "Luis" Scott dió una conferencia tituada Cristianos y la política dentro del imperio norteamericano. La puso buena hablando del juego y rejuego de los partidos en el gabacho y de cómo la religión juega un papel preponderante (nota mental: tengo que pedirles a todos los que voy nombrando copia de su conferencia).


Finalmente otro gabacho, David C. Knowlton, habló de la religión en la sociedad global. Tengo mis reservas con él, puesto que, siendo él una persona muy amigable, es posible que se encuadre dentro de estas personas que ocultan, tras el disfraz del indigenismo, un racismo quizá inconsciente. No estoy en posición de afirmarlo, sólo es una impresión.

Naturalmente no todos los ponentes magistrales fueron tan buenos. La excepción la brinda Rodolfo Soriano Nuñez, cuya conferencia fue un largo infomercial de sus libros, no sabe hablar (carajo, en alguien con doctorado es imperdonable decir "cuestionar" en lugar de "interrogar" o "preguntar") y sólo la hizo de pedo por el ineficaz proceder de la jerarquía católica en México, señalando lo que "debe hacer" al estilo de lo que Tomás Mojarro llama "el catálogo de buenas intenciones"

Hasta como que se parece a Casterns

En fin. Fuera de eso las mesas tuvieron un poco de todo. Con el eterno problema (y siempre la haré de pedo por eso) de las mesas simultáneas. Siempre hay que estar de un lado a otro con el riesgo de no ir lo que queremos y soplarnos ponencias que no tienen nada que ver con nuestros intereses. La gran mayoría de los ponentes eran antropólogos (brrrr) y la mayoría de sus trabajos eran estudios de caso, los cuales -en mi opinión- son interesantes pero no pasan de lo anecdótico si no se les da una interpretación y una base teórica, como fue el caso de gran parte de los trabajos expuestos. La mayoría de los participantes, como dice Alfredo Ruiz, "presentaron... lo que ya se sabe: avances de investigación, refritos diversos de lo publicado a lo largo de sus vidas, opiniones poco, mucho, o nada sustentadas y, en general, trabajos que comprenden de lo específico a lo más específico a lo absurdamente específico." Y cito como ejemplo un caso:

Un grupo de estudiantes y egresados de la Escuela Nacional de Antropología e Historia se fue a una localidad de Guerrero y trajo una serie de videos acerca de sus danzas, su celebración del día de muertos y la elaboración de sus exvotos... y nada más. Ni una explicación teórica (salvo en el caso de los exvotos), ni una explicación sobre por qué es importante hablar de esos temas. Nada. Nomás los fueron a ver, los grabaron y lo exhibieron. La pregunta obvia despues de ver su presentación fue: "¿Y?"


También hubo temas destacados y muy interesantes. Este individuo habló de la teología de la liberación en tiempos de la guerrilla salvadoreña. Habló de las comunidades eclesiales de base, de Oscar Arnulfo Romero, de cómo es falaz eso de que el clero católico nomás adormece, siendo que la teología de la liberación fue un componente altamente contestatario del régimen de aquellos lares.


Lo mejorcito del congreso (y sí, tengo que decirlo ¿algún pedo?) estuvo en la mesa donde participé. Ahí se tocaron temas que se salieron por completo de lo que se había estado hablando en las otras mesas los demás días, aunque por momentos la mesa se convirtió en el rincón del magufo. Estaba tan entrado en los temas que se me olvidó tomarle foto a todos los ponentes (ni pedo).

Estuvo Yolanda Padilla hablando de la mezcla-combinación de elementos xtianos y taoístas en un caso concreto (a la derecha en la foto):


La chica que estaba con ella dio una interesante exposición sobre la epilepsia y cómo ésta, y en general el cerebro, puede explicar muchos de los casos de experiencias mistico-religiosas. Habló de la neuroteología y, lamentablemente, su ponencia dio pie a que otros empezaran con charlatanerías de la percepción extrasensorial, los chakras, el abrir mentes y demás.

Hubo una chica que habló de la presencia del islam en México, y aprovechó para hacerle comercial a un grupo islámico. Luego otro chico habló del culto a la Santa Muerte en Puebla.

Intencionalmente dejé de lado al primer y a la última ponente. El primero fui yo, hablando (adivinaron) de ateísmo. Es un tema del que casi no se habla en esos encuentros.


Mi ponencia causó cierto revuelo. Me aventaron las clásicas preguntas sobre la espiritualidad en el ateo y si al negar a los dioses aceptamos su existencia. Pero hubo una persona que me prometió aventarse un tiro conmigo al final de la mesa. Ella fue la última participante y se aventó todo un choro acerca de los pleitos de los creyentes contra los ateos y cómo se ha perdido el respeto a las creencias al haber ganado los ateos el embate. Luego habló de cómo un grupo de ateos "devotos de la ciencia" se habían conformado en comunidad y dado origen (¡Imagínense!) a los raelianos. Para ejemplificar sus afirmaciones mostró videos de Nezareth CastiRey, de Bill Maher y de Rael. El caso es que me prometió que nos agarraríamos a putazos. En vez de eso mejor sugerí que intercambiáramos ponencias y continuáramos el debate por escrito. Ya envié la mía y espero la respuesta.

Naturalmente no me voy a poner a reseñar todas las ponencias que escuché. Sólo tomo ejemplos característicos. Tampoco les voy a andar haciendo reseñas de cuanto congreso visite. Sólo escribiré sobre aquellos que se distingan del resto por alguna razón. Escribo sobre éste porque no fue igual que el de Taxco, ni el de Aguascalientes. Y cuando vaya a otro, si es como alguno de los anteriores, no lo platicaré.

Todo lo anterior muestra que hay mucha tela de dónde cortar en cuanto a lo que a los estudios sobre la religión se refiere. El tema no se ha agotado, ni lo hará. El pensamiento religioso siempre aflora de una u otra forma, sobre todo ahora cuando vemos cómo resurge la cuestión religiosa, pese a los esfuerzos de muchos racionalistas.

¿Les merece algún comentario esta entrada?

Queda de ustedes:

TORK: Bizcocho de Montecristo. Año 2009 E.C. - 10 E.E.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Hablando del Jalogüin

Ya pasó el Jalogüin pero no importa.


¡Salve la Gran Zanahoria!

Queda de ustedes:

TORK. Bizcocho de Montecristo. Año 2009 E.E. - 10 E.E.

Tarde

Siempre llego tarde. Y no me refiero a cuestiones de puntualidad ─que eso da para su propia entrada─, sino a que siempre empiezo las cosas ...