sábado, 27 de junio de 2009

Aparte de ateo, drogo

Dentro de lo que cabe he tratado de que este blog se mantenga limpio al tenerlo lo más lejos posible de los temas políticos, pero a veces tiene uno que recular

¿Se acuerdan de Carlos Mota? Que se soltó contra la UNAM y la pagó con la blogósfera.

Pues ahora nuestro nanomichoacano presidente se lanza de hocico de forma similar.

Resulta que, a su muy particular entender, el no creer en (su) dios es motivo para que los jóvenes le metan a la droga.

Chequen el video. No se lo tienen que chingar todo, nomás oigan los últimos 2 minutos. Con eso tienen.

Puta madre.

Ahora resulta que los jóvenes le llegan a la verde, al perico, al porro o a la piedra porque resulta que "no creen en Dios porque no lo conocen". Putísima y reputísima madre.

Si este chaparro hijo de puta quiere creer que su amigo imaginario es el paradigma del amor (que además ni es cierto), es muy su pedo, pero una pendejada de ese tamaño no puede pasar inadvertida.

Los ateos, independientemente de nuestra procedencia, somos ateos por considerar la existencia de dioses, poderes superiores, amigos imaginarios, otras realidades o como quieran llamarle, incompatibles con la realidad que nos rodea.

Nuestra no-creencia no impide que, desde nuestras respectivas localidades y nuestras respectivas profesiones, nos rompamos la madre y contribuyamos con el mejoramiento de nuestra calidad de vida y, por muy misántropos que seamos, de nuestra interacción con nuestro entorno y nuestros seres queridos.

Antes de que venga alguien a joder: La adicción es algo lamentable para el ser humano. Y como dije, si el pinche chaparro tiene un amigo imaginario (que es culerísimo) es muy su pedo, pero en un estado laico, donde la propia Constitución garantiza la libertad de creencias y la libertad de no profesar ninguna creencia, una declaración de esa naturaleza es inadmisible.

Ese puto discursito es francamente discriminatorio hacia quienes no profesamos creencia religiosa alguna al implicar que la no-creencia en Dios (y precísamente en el dios en el que el puto ese cree) está directamente relacionada con el consumo de drogas. Muchos ateos, entre los que nos encontramos muchos blogueros y gente que escribe, somos hombres y mujeres de bien, gente que trabaja, estudia y colabora. Paralelamente una mirada somera a las estadísticas pertinentes comprobará que gran parte de los consumidores de alguna droga son personas que creen en algún poder superior, incluídos los que se creen en el mismo dios al que el Felipe alude. Si no me creen vayan al templo de San Hipólito en día 28, busquen un grupo de indigentes o súbanse a un camión y verán a un chingo de cabrones que son metodistas (se meten de todo), pero bien devotos (de la guadalupana, de San Cubas Tadeo o de otro).

Los ateos NO SOMOS DELINCUENTES, el no creer en un dios no es garantía ni prueba de que nuestros valores morales son antiéticos ni inferiores que los que la gente creyente profesa.

No soy tan pendejo como para creer que ese wey se retracte de su discurso, mucho menos espero una disculpa pública. Sino que ustedes como lectores y entes pensantes tomen conciencia de que nosotros como ateos no somos per se mejores ni peores personas y que, independientemente de si somos pocos o muchos, la ley nos garantiza la no-discriminación.

Ojalá más de ustedes corran la voz.

Queda de ustedes:

TORK. Bizcocho de Montecristo. Año 2009 E.C. - 10 E.E.

Actualización: Acabando de salir esta entrada del horno, Lonjho me pasa esta noticia que da el tiro de gracia a eso de que el drogo es drogo por ateo: Religión y crimen. Mezcla explosiva.

Muchas gracias

Actualización 2: Conforme vayan escribiendo entradas al respecto pondré los enlaces aquí.

miércoles, 17 de junio de 2009

Ya con esta me despido (de la iglesia)

El mes de septiembre del año 2000 marcó mi ruptura con la iglesia católica. Fue cuando llegué a la conclusión de volverme ateo y cuando renuncié a todo servicio eclesial/parroquial. Tras un previo y breve periodo (de un par de meses) de agnosticismo, me volví ateo de clóset (me caga el puto término y más me caga que embona a toda madre). Es decir, seguí yendo a misa y participando de las festividades eclesiales como un feligrés mas para que ni mi familia ni esta cabrona hicieran pedo, pero ya sin estar a gusto y con una frustración cada vez mayor que me llevó a un trance depresivo. Este trance fue el pretexto para que la cabrona antes mencionada me dejara y me hundiera en un hoyo del que me tardé casi 3 años en salir.

El caso es que, en pleno trance, uno de mis viejos compas me "invitó" a un retiro juvenil de un fin de semana. Y lo entrecomillo porque el hijo de su puta madre me dijo cuando ya estaba el boleto pagado y mi lugar seguro. De manera que no tuve escapatoria y me lancé pensando "¿Qué puedo perder?" Lo siguiente será la crónica de aquel paseíto, en la cual pondré a prueba tanto su imaginación como mi capacidad narrativa, pues esta vez no hay fotos, así como mi memoria, pues ya pasaron 8 años de aquello y sin el apoyo visual olvidaré muchos detalles, pero tengo la seguridad de conservar las cuestiones importantes. Una vez aclarado lo anterior voy sobres:

Quienes han ido a retiros juveniles conocen bien este desmadre: Un chingo de chamacos con mochila y de chamacas con una puta maletota en la que llevan hasta la plancha, llevan traje de baño y no sé cuantas pendejadas más como si aquello fuese una excursión. Todos ellos acompañados por una pinche mamá estúpida que los despide como si se fueran un año a Europa (y con la misma actitud conmiserada y lastimera con la que los llevan a la parada del pesero). En ese rato me encontré con otro viejo amigo que también iba a ir a ese retiro. A él no lo llevaba su mamá, sino su señora, enterándome de paso que el cabrón tenía una niña de brazos (que ni era suya).

Una vez montados los pinches mocosos en el camión, éste se pone en marcha dejando un rastro de papás y mamás aventándoles bendiciones y gritándoles como si fueran en un crucero. Los papás tienen unas muestras de estupidez que bien pueden coleccionarse. Mientras tanto y tras unos minutos de desmadre puberil entran en acción los soldados rasos del personal: aquellos chamacos que fueron a vivir el retiro anterior y ahora van como "auxiliares", es decir lacayos de los más viejos que aún están embelesados con las bondades del retiro. Estos pobres cabrones (y más adelante verán por qué los compadezco en vez de echarles mierda) tienen la dolorosa misión de "enseñarles cantos a los muchachos". Y ahí los tienen haciendo las coreografías de los grandes éxitos de hoy y siempre: Alabaré alabaré, El africanito, Yo soy un robot, el sapo que cantaba en el río... (lo peor es que me sé todos esos) con la obvia respuesta: pinches chamacos ni los pelaban.

Tras casi 2 horas de recorrido llegamos a nuestro destino: Un lugar especial para retiros aledaño a una escuela, todo siendo parte de las mismas instalaciones. Para ubicarlos: Para quienes conocen Tlalnepantla (Estado de México), es un lugar que está exactamente junto al panteón Jardines del Recuerdo. Nos bajaron justo frente al panteón y nos hicieron cargar nuestras maletas hasta el lugar en cuestión, siendo que dicho recorrido era cuesta arriba. Ya cansados, sudados, apestosos y aburridos nos juntaron y nos dijeron cómo iba a estar el pedo: Las mujeres en dormitorios de a 4 o 5 (no me acuerdo) y los hombres en un pinche cuarto con las camas en fila (como de Anita la Huerfanita).

Un paréntesis: El personal del retiro, aunque no tenía cargos oficiales, puede dividirse en 3 rangos plenamente identificables. Para efectos de equivalencias usaré la nomenclatura de los grupos de 4o. y 5o. paso de A.A. y los que usa el Autor en la Guía del Otaku:
  • Auxiliares 1: Los que habían ido al retiro anterior y ahora estaban apoyando. Es el equivalente al apoyo y al Tamagotchi. Cualquier pendejada que cometan no es su culpa, sino de sus jefes y no se les puede juzgar, nomás merecen la burla.
  • Auxiliares 2: Los que ya llevan 2 o 3 retiros y medio saben cómo está el pedo. Es el equivalente oyente y al TereVi Boy. Estos ya aguantan y merecen de menos un zape cuando salen con una pendejada, puesto que ya tienen conciencia y están aprendiendo las mañas de los jefes.
  • Jefes: Los miembros fundadores del grupo. Son los padrinos y los Papacha-sama. Unos hijos de puta que conocen y presionan los botones de los pendejos pubertos que llegan a caer en sus garras, creando y manipulando sentimientos de culpa. Ellos son los responsables de las pendejadas que llegan a cometer los más novatos.
Prosigo:

Después de un rato de descanso comienzan las maniobras turbias: Nos hacen presentarnos y ahí es donde veo que la gran mayoría son chavitos de entre 13 y 19 años. Habíamos uno que otro vetarro (yo tenía 23 y mi compa 27), pero casi todos eran chamacos. Otra maniobra: A muchos de ellos los llevó uno de los jefes que, siendo profesor de preparatoria, les condicionó la calificación a cambio de ir a ese retiro. Lástima que no recuerdo su nombre, eso podría volverse una denuncia en forma. Acabando la presentación nos ponen a jugar El Rey pide: uno de los jefes grita "El Rey pide... " y los chamacos, ya divididos en 2 bandos según su género, corrían a darle lo que quería. Yo ya conocía la maniobra, por lo que no me sorprendió que lo que pidieran fueran relojes, celulares y cualquier aparato de comunicación. Mi compa también sabía (nosotros mismos habíamos usado alguna vez ese truco), por lo que nosotros no participamos del juego. El final era obvio: los muchachos no debían tener noción del tiempo ni contacto con el exterior, por lo que los aparatos entregados eras decomisados hasta el final del retiro. Mi amigo conservó su reloj, pero yo me quedé sin teléfono al darme cuenta de que, mientras estábamos en el patio, nuestras mochilas eran revisadas y "filtradas".

Esa fue sólo la primer maniobra. Para no hacer el cuento tan largo ni la entrada tan extensa mostraré a ustedes los trucos con los que doblegaron a estos chamacos haciéndoles un verdadero lavado de cerebro... que los chicos acabaron agradeciendo:

Durante una de las pláticas se mostraron imágenes de todo tipo: naturaleza, ciudad, niños, peleas, fetos en gestación, abortos, familias... creo que ya entendieron. Luego se les preguntó si alguna de esas imágenes les había impactado de alguna forma, con la respuesta general de que ninguna (apenas era el primer día). Esa noche se les presentó una dinámica: Unos 10 auxiliares salieron al patio vestidos de payasos soltando risotadas para con los demás. Poco a poco iban despojándose de algunas prendas, que se las daban (las prendas) a alguno de los muchachos, para cuando me dí cuenta, los payasos estaban llorando y semiencuerados y sus lagrimones iban acompañados por los de los chamacos asistentes. En ese momento el que llevaba la voz cantante les gritó: "¿Ya ven? Esto es parte de la realidad de la calle. Ustedes ven a estos payasos en la calle y los patean (y dicho esto le soltó un patadón a uno de los payasos), los ofenden, los ignoran. ¡Qué poca madre (sic.) que ninguna de las imágenes de la tarde los impactara! ¡Qué poca madre que seas tan valemadrista de tu realidad! ¡Dios te llama y tú te haces pendejo con tu valemadrismo, tu pecado, tu masturbación (en serio)!... " Y toda una puta serie de cosas que tenían a los chamacos tumbados en el suelo llorando a moco tendido. Ya una vez calmados los llevaron a un salón (he de decir que casi no se nos dejó dormir, y gracias a Malcom el de enmedio sabemos lo fácil que es manipular a alguien que no duerme) y nos hicieron acostarnos en posición fetal y con los ojos cerrados, mientras oíamos una especie de obra teatral con gritos que simulaban una riña marital. ¡Imagínense! Otra vez los chamacos gritando y llorando. Para cuando se terminó tuve que ponerme a consolar a un niño y a una niña que eran ¡De los auxiliares! Eso era terror psicológico... y eso sólo el primer día.

A la mañana siguiente nos levantaron a bañar a las 6:00 am con agua helada y a hacer los clásicos juegos de retiro: Conejos y conejeras, el telegrama, etc. Aquí tuve un pequeño altercado con uno de los auxiliares ya amañado, que se quejaba de no haber tenido tiempo de bañarse, a lo que yo respondí: "pinche mugroso". Su respuesta airada fue "Pues si no me he bañado es debido a las cosas que estoy haciendo por tí". Me reí en su cara y solté un "Ay no mames. Por mí no estás haciendo nada. Lo haces para dar gloria a tu dios y para ayudarte tú. Y si de veras es por mí te has equivocado".Por la tarde hicieron una representación del famoso viacrucis con túnicas, putazos y cruz incluídas. Empezaron desfilando al frente de nosotros y después se las arreglaron para hacer que nos mezcláramos de manera que al final íbamos todos revueltos. Al momento de la cruci-ficción empezó otra lavada de cráneo: "Mira a Jesús que por tí padece, sufre y se inmola". Y el otro pobre puteado amachinado de la cruz, que en una de esas se resbaló y se ha puesto tal putazo del que tardó en levantarse. El grado de sugestión en los muchachos era tal que, en vez de reírse (respuesta sana) empezaron a llorar y gritar para ayudarlo. Nuevamente al final la tuve que hacer de consuelo para los auxiliares, a los cuales los putazos les pegaban tan duro como a los que iban por primera vez.

Esa noche tuvo lugar el acto supremo: En una capilla nos hicieron escribir nuestro mayor pecado y depositarlo en una olla de barro. Después hicieron una representación tipo misa, donde leyeron todos los papeles en voz alta y los quemaron "brindándonos el perdón". Obviamente con su dosis de llanto y gritos (pobres morros se la pasaron llorando todo el retiro)

Ya en el últmo día la cosa fue más calmada, pero no exenta de pendejadas, como la de que nos pasaron de uno en uno con alguno de los jefes para "confesarnos" y expresar nuestras impresiones del retiro. A mí me tocó con el Jebús venido a menos y le dije la neta, que no me impresionaban y que eso era no tener madre. Al final nos treparon al camión, cuyo chofer resultó ser un viejo compañero mío de la primaria y con el que me fui echando desmadre.

Al llegar a la parroquia se veía que nos tenían otra sorpresa, pues los papás ya nos esperaban. Pero a eso ya no me quedé, en cuanto llegamos avisé que me iba... y me fui.

Dejo muchas maniobras sin mencionar por cuestión de espacio. Y dejo estas plasmadas a manera de anecdotario-denuncia de aquellas prácticas de las cuales se valen mucho grupos para cooptar y engañar a los pobres pendejos que se dejan.

Queda de ustedes:

TORK: Bizcocho de Montecristo. Año 2009 E.C. - 10 E.E.

Actualización: Mientras escribía esta entrada me llegó mi visita único número 10,000:
Muchas gracias a todos

martes, 16 de junio de 2009

¿Me das pa' una ficha?



Antes de comenzar a leer vayan a chutarse la primera y la segunda entradas de Luis ExMachina y la entrada de Kyuuketsuki. Y no se me regresan hasta que las hayan leído todas.

No pretendo igualar y menos superar lo que ellos ya platicaron, nomás les platico mi versión del tema:

Hecho innegable: dada mi edad e historia personal fui uno de tantos chamacos que «perdieron»" (ustedes y yo sabemos que no es pérdida) horas y días enteros jugando máquinas (ya sabemos que se llaman arcades y que nuestros papás, tíos y todo aquel pobre idiota que se opusiera a tan sana costumbre llamaba maquinitas). Proverbiales son aquellas escapadas de casa o escuela para ir al centro lúdico y recreativo de nuestra preferencia, conocido como farmacia, tienda o simplemente las máquinas. Ya si teníamos algo de lana o teníamos ganas de ir nomás a ver, la parada obligada era algún centro comercial donde hubiese una sucursal de las famosísimas Chispas, donde además de poder jugar las máquinas de siempre (más caras que en los locales callejeros), podía uno ver simuladores de naves espaciales o de coches que casi nunca estaban ocupados y que servían perfectamente para dejar la mochila en lo que jugábamos la máquina de a lado o para arranarnos mientras esperábamos a que nuestro valedores o algún otro pendejo (sí, aunque sean nuestros amigos también eran pendejos) desocuparan la máquina que queríamos jugar.

Pues bien, de unos años para acá hemos sido testigos de un fenómeno que, mientras por una parte es una muestra inequívoca del cambio de los tiempos (no del progreso, no mamemos por favor), por otra es una señal aterrorizante de que nos estamos haciendo viejos:

Los locales de máquinas están desapareciendo

Tal es la abrumadora verdad que estamos presenciando. Así como en su momento podíamos ver, a la par de Cinemex y Cinépolis una gran cantidad de cines independientes (y el Cine Teresa no cuenta) y que ahora ya no queda ninguno, los locales de arcades poco a poco van sucumbiendo a 2 poderosos enemigos:

Por cuanto a lo primero, aunque desde hace más de 25 años teníamos consolas en casa (y yo aún tengo en perfectas condiciones mi Atari 2600), los locales siempre fueron la opción para escapar de nuestras miserables vidas. Ahora con la aparición del Xbox, e PlayStation, el Wii y otros, con la opción de jugar en línea con aquel cabrón de Timbuctú, ya no te tienes que mover del sillón o de la cama y, por ende, ya no sales.

Referente a lo segundo: estos ojetes se van apropiando al estilo Wallmart (cooptando y tronando) todo lo concerniente a ese entretenimiento sano que a muchos nos jodió la cartera, la vista y las relaciones interpersonales (aunque en eso último no necesitamos mucha ayuda), con la consecuencia de ver lugares que, después de haber albergado videojuegos a veces por más de 20 años, actualmente se hallan con otros giros o de plano en el abandono.

En fin, el caso es que, estado yo ayer en la glorieta de Insurgentes, me encontré con la grata sorpresa de encontrar vivo uno de estos lugares (después de que, tan solo en la zona de la glorieta hubo hasta 6 y que deberían ser declarados patrimonio de la humanidad), llenándome de alegría y de nostalgia a la vez.

Eran como las 9:00 am y acababan de abrir

Al fondo podrán apreciar los simuladores desocupados que les mencionaba y hasta el frente el famosísimo futbolito

Obviamente me alegré a lo cabrón y de repente regresaron a mí esas imágenes y recuerdos que mencioné al principio de la entrada, con el añadido de que no soy el único que aún concurre gustoso en esos sitios:


Sintiéndome afortunado porque muchos pubertos de secundaria y prepa aún disfrutan esos placeres me dispuse a revivir aquellos momentos de gloria.


¿Fotos de Sunset Riders bajadas de internet? Pfffff. Se verán muy chingonas, pero nada como la emoción de tomar las fotos uno mismo, aunque estén feas como pegarle a un cachorrito:


Yo siempre jugué con Cormano

Y algo mejor: ya hay más mujeres maquineras que en mis tiempos y un montón de treintones aferrados (¡epa!) que aún la mueven en los juegos clásicos. Recordaré durante mucho tiempo el duelo épico que sostuve con un wey en Street Fighter 2 Champion Edition (nunca vi a alguien que jugara tan bien con E. Honda)

Como dije antes: aquellos blogueros ya explicaron muy bien la emoción y la nostalgia del videojugador que no tienen los que actualmente juegan con consolas y no me voy a poner a repetir lo mismo. Tampoco me voy a poner en el plan de viejo aferrado de que, como dijera Abraham Simpson: «Todas las generaciones están mal menos la mía» y ponerme contra algo que de todas formas iba a suceder. Nomás era platicarles lo bien que me sentí de encontrar un local de esos de nuevo sabiendo que entienden de lo que hablo.

Queda de ustedes:

TORK: Bizcocho de Montecristo. Año 2009 E.C. - 10 E.E.

martes, 2 de junio de 2009

Más estudios (y estudiosos) de la religión

¿A poco sí muy erudito?
A estas alturas ya saben que fuimos a Aguascalientes. Ya saben cómo nos fue a nosotros y cómo le fue al Señor Patito. Ahora falta que sepan a lo que fui.
Al igual que aquel viaje a Taxco, este viaje fue para propósitos académicos. Se relaciona con la importancia que el fenómeno religioso tiene en nuestros días. Es un fenómeno prácticamente onmipresente. Hablar del hecho y del fenómeno religioso no nomás es hablar de la Iglesía Católica, ni de aquellas del tronco judeoxtiano, por mucho que sea su poderoso y dañero brazo el que nos alcanzó por acá. Tambien se trata de la posibilidad de ver sus manifestaciones en prácticamente cualquier actividad humana. Desde la pasión futbolera con el campeonato de los pumas: Hasta los conjuros ateos de los que ya he hablado muchas veces. Son simple y llanamente manifestaciones que expresan alguna relación con Lo Sagrado (a lo Eliade) y que van más allá de las simples pertenencias a las instituciones religiosas, de las devociones a los dioses o de las religiones en sí. Con estas ideas en mente me lancé al XII Encuentro de la Red de Investigadores del Fenómeno Religioso (RIFREM), el cual se llevó a cabo en Aguascalientes del 27 al 29 de mayo pasado. Dicho encuentro estuvo a punto de cancelarse por las pendejadas de la alerta sanitaria, al grado de que la Universidad Autónoma de Aguascalientes, a instancias de la cual se realizó, prohibió toda actividad en sus instalaciones, lo que obligó a los organizadores a buscar sedes alternas y hacer el encuentro donde se pudiera. Eso no impidió que el encuentro se realizara y que fuera un éxito, con los problemas de logística que implica haber tenido que cambiar la sede. El encuentro reunió a casi 100 cabrones exponiendo temas de los más diversos, sólo tienen que checar el programa y, a diferencia de otros congresos, coloquios y similares donde tratan estos temas, aquí no se discriminó a aquellos que no tuviésemos título nobiliario ni currículums apantalla-pendejos, lo cual acarreó algunos inconvenientes, pero al menos se mostró que hay muchísima gente interesada en el estudio de la religión, independientemente de las vacas sagradas y consagradas, que seguramente han de sentir calambres en las patas de vez en cuando (con sus debidas excepciones, las cuales son ejemplos de humildad y un gran apoyo para la sangre joven). Los organizadores, Genaro Zalpa, Ma. Eugenia Patiño, Ma. Alicia Puente Lutteroth y otros lidiaron durante 3 días con los ponentes y asistentes, los cuales provenían principalmente de la zona norte, aunque hubo uno que otro chilango puma (ejem... ). Y como estoy a punto de desvivirme en (merecidos) elogios a los organizadores, lo cual no es mi estilo, mejor les platico cómo estuvo: El miércoles 27 se iniciaron los trabajos con la declaración de apertura
Al micrófono Genaro Zalpa. A la izquierda Ma. Eugenia Patiño. El barbón iba en representación del rector (al que seguro le valía madre) y el otro era tan intrascendente que ni me acuerdo de su nombre
En dicha declaración el achichilcle se puso verde y se aventó un discurso sobre cambio climático y diciendo puras mamadas que nada tenían que ver con lo que ahí nos convocaba, pero como lo mandaba el rector y había que hacer que la UAA se parara el culo pues... Acto seguido se inició la conferencia titulada La teología en Latinoamérica en la actualidad, impartida por Hans Egil Offerdal, un teólogo noruego que dio una conferencia en español con sus apuntes en iglés (me cae). Se dedicó a hablar de la Teología de la Liberación, y aunque se aventó varias apologías al catolicismo (siendo él luterano), comentó varias cosas interesantes.
Faltaban por entrar algunos. Tampoco estuvo tan vacío
Y tras algunas presentaciones de libros procedimos a dispersarnos hacia las diversas mesas de trabajo. Quizá el único pero que les pongo es el formato: las mesas simultáneas. Eso dificultó que quienes quisieran escuchar ponencias de una mesa y luego de otra pudieran hacerlo. Y es un pedo que igualmente se hubiera dado en la universidad. Y así quedaron las mesas. Mesa 1 Mesa 2 Mesa 3 Mesa 4 A diferencia de cuando escribí sobre el coloquio de Taxco, aquí no me voy a poner a reseñar cada ponencia. Ni las escuché todas, ni tengo el espacio ni las ganas de hacerlo. Nomás les voy a comentar de algunas que me parecieron interesantes por una u otra razón. Primero comienzo con un pendejo que se aventó una clase de catecismo diciendo que Hay un Mensaje de principio a fin, y un testimonio definido que no puede negarse; a menos que nuestros intereses sean ajenos. Toda La Escritura es dada por Dios, (II Timoteo 3:16,17) La Escritura es Viva y Eficaz… (Hebreos 4:12) La Escritura es Completa sin el humano… (II Pedro 1:19-21)
La ponencia fue tan burda que el moderador lo paró y ya nadie lo peló. Y eso que cualquiera de los presentes pudo haberlo rebatido fácimente
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Otra ponencia destacada fue la de mi querida Sidurti, quien habló de los pininos de los investigadores del fenómeno religioso y los pedos en los que se mete el que quiere dedicarse a esto.
En la foto se ve vacío, pero me cae que sí había gente
¿Ya ven?
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El viejito que se ve a la derecha es Elio Masferrer, quien junto con Bernardo Barranco y Roberto Blancarte, es uno de los más destacados estudiosos y analistas del fenómeno religioso en México... y que casi se chinga el cargador de mi celular. En esos momentos estaba en pleno pisoteo de callos al INEGI por la inexactitud de los censos y el favoritismo por la iglesia católica en detrimento de otros grupos. Y casi se arman los putazos por eso.
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Luciano Ramirez Hurtado se salió del aula para exponernos su trabajo en vivo desde el mural del Palacio de Gobierno. A pesar del calor y del hambre supo hacer una exposición amena y muy interesante, tanto como el tema mismo
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Este pobre muchacho se perdió y llegó tarde, pero su tema era interesante. Estado laico vs. Estado confesional. Aunque expuso muchos puntos interesantes con los que estoy de acuerdo, el estilo de su discurso era del tipo "pinche iglesia opresora", que aunque puede ser divertido, a veces es muy reduccionista Además de que tenía una actitud medio mamonsona, como si estuviera haciéndonos el favor de exponernos su teoría.
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Este muchacho expuso un tema que yo estaba muy interesado en escuchar: Grupos de 4º y 5º paso: Terapia de autoayuda con rituales y símbolos religiosos Hubo un momento en que, por lo que decía, me dieron ganas de agarrarlo a putazos, pero después entendí que su trabajo es aún muy limitado y lo tomé con calma. Pero falta ver qué opina cierto bloguero al escucharlo (grabé la ponencia).
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Después de ese muchacho me tocó a mí
Esa viejita que levanta la mano es Ma. Alicia Puente Lutteroth. Le gustó tanto mi exposición que cuando acabé me felicitó y me regaló 2 libros de su autoría, que se sumaron a 2 que compré, uno de Masferrer y otro de Pepe Rodriguez.
Extrañamente no hubo declaración de clausura, pero tuve tiempo de agradecer a quienes organizaron el encuentro por sus atenciones y por su interés en estos estudios. Y espero que, si no me invitan al próximo, poder estar como pinche arrimado. Nuevamente gracias a todos ellos. Queda de ustedes: TORK: Bizcocho de Montecristo. Año 2009 E.C. - 10 E.E.

Tarde

Siempre llego tarde. Y no me refiero a cuestiones de puntualidad ─que eso da para su propia entrada─, sino a que siempre empiezo las cosas ...