domingo, 7 de octubre de 2007

¿No que no?

Un tema muy espinoso en los últimos años ha sido, junto con el del aborto, el de la eutanasia o muerte asistida. Muchos grupos e individuos nos hemos manifestado a favor del derecho que tienen los enfermos terminales y los ancianos que así lo desean de terminar con sus vidas, sin que alguna autoridad civil y religiosa intente impedirlo.

Generalmente quienes se oponen a esta medida están movidos por alguna clase de prejuicio religioso y/o médico:

  • Unos dicen que su diosito bimbo es que que da y quita la vida.
  • Otros salen con el chingado cliché (falaz además) de que "el médico está para preservar la vida y no para quitarla".
A estos últimos les puedo dar una respuesta sencilla: No es cierto que la misión del médico sea preservar la vida. Cuando se alarga innecesaria y dolorosamente la vida a alguien que ya no quiere vivir por su dolor, su enfermedad o su edad muy avanzada, la medicina no es fiel a su sentido genuino. Las palabras médico, medicina, remedio, etc. se derivan del verbo latino mederi, que NO significa devolver la salud, sino suavizar, aligerar. Y aliviar TAMPOCO es devolver la salud, aliviar se deriva de alleviare, que es hacer que el paso sea ligero. O sea que ni mederi ni alleviare quiere decir alargar la vida a huevo, y de paso imponiendo molestias y desmadrando la calidad de vida. ¡No mamen!

Por lo que toca a los que ponen a su amigo imaginario por delante, con la iglesia católica a la cabeza, arguyen una serie de cosas. Por ejemplo lo que consigna el Catecismo de la Iglesia Católica:

2276 Aquellos cuya vida se encuentra disminuida o debilitada tienen derecho a un respeto especial. Las personas enfermas o disminuidas deben ser atendidas para que lleven una vida tan normal como sea posible.

2277 Cualesquiera que sean los motivos y los medios, la eutanasia directa consiste en poner fin a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. Es moralmente inaceptable.

Por tanto, una acción o una omisión que, de suyo o en la intención, provoca la muerte para suprimir el dolor, constituye un homicidio gravemente contrario a la dignidad de la persona humana y al respeto del Dios vivo, su Creador. El error de juicio en el que se puede haber caído de buena fe no cambia la naturaleza de este acto homicida, que se ha de rechazar y excluir siempre.

2278 La interrupción de tratamientos médicos onerosos, peligrosos, extraordinarios o desproporcionados a los resultados puede ser legítima. Interrumpir estos tratamientos es rechazar el ‘encarnizamiento terapéutico’. Con esto no se pretende provocar la muerte; se acepta no poder impedirla. Las decisiones deben ser tomadas por el paciente, si para ello tiene competencia y capacidad o si no por los que tienen los derechos legales, respetando siempre la voluntad razonable y los intereses legítimos del paciente.

2279 Aunque la muerte se considere inminente, los cuidados ordinarios debidos a una persona enferma no pueden ser legítimamente interrumpidos. El uso de analgésicos para aliviar los sufrimientos del moribundo, incluso con riesgo de abreviar sus días, puede ser moralmente conforme a la dignidad humana si la muerte no es pretendida, ni como fin ni como medio, sino solamente prevista y tolerada como inevitable. Los cuidados paliativos constituyen una forma privilegiada de la caridad desinteresada. Por esta razón deben ser alentados.

A ellos: Huevos.

  • En primera no pueden hablar en nombre de alguien que no existe.
  • En segunda que no vengan con sus chingaderas de que son defensores de la vida. Hitler y la Policía Judicial Mexicana Juntas no suman los muertos que la iglesia se ha cargado.
  • En tercera, se oponen a la eutanasia cuando al mismo potatoe se la aplicaron
¿Cómo está eso? Fácil, de acuerdo con Lina Pavanelli, médico anestesista y profesora en la Universidad de Ferrara, al santo viejito Darth Wojtila lo pusieron a dormir.

El artículo lo publica el diario el País de España:



Obviamente Zenith y todas las publicaciones católicas desmintieron: "No ¿cómo creen?".

Cierto o no, el hecho de que se den este tipo de noticias deja muy mal parada (otra vez) a la sacrosanta institución.

Ojo. Lo que critico aquí no es el que le hayan aplicado la eutanasia a ese viejito que tanto daño causó, sino la postura hipócrita de la iglesia prohibiéndola por un lado y aplicandola por otro... igual que con la pederastia o con la simonía.

Y luego por qué uno reniega.

Queda de ustedes:

TORK. Bizcocho de Montecristo. Año 2007 E.C. - 8 E.E.

Tarde

Siempre llego tarde. Y no me refiero a cuestiones de puntualidad ─que eso da para su propia entrada─, sino a que siempre empiezo las cosas ...