jueves, 5 de febrero de 2009

¿31 tan pronto?

Y sin embargo, eso era exactamente lo que me molestaba de Batman. Maldición, no era viejo. Tras casi cincuenta años de publicación continuada, allí estaba él, sin una arruga, hermoso, en sus perpetuos veintinueve años. Nunca una punzada de artritis en ese cuello como un roble. Nunca le asaltaba la duda acerca de si sus capacidades atléticas se desvanecerían algún día. Perpetuamente joven.

Frank Miller. Los tiempos del Señor de la Noche. 1996

El alcohol acabó con mi vida... y tengo 31 años.

Juan Topo



Ayer cumplí 31 años.

Cuando uno vive una vuelta más del planeta al sol inevitablemente empezar con las chaquetas mentales del caso. Hace 10 años me imaginaba que para este momento ya tendría mi grado de doctor y sería un ingeniero billetudo, y como andaba más que enculado, ya me imaginaba casado.

Afortunadamente nada de eso se cumplió.

- No tengo doctorado. Estoy en camino de ello pero no llevo prisa.

- No soy ingeniero. O ya tendría los nervios hechos mierda.

- No tengo billete. Jodido pero contento.

- No soy casado. ¡Aaaaaaleluya! Y menos con la de ese entonces.

Y como no tengo ganas de hacer mucho pedo por mi edad aquí le dejo. Nomás era pa'que supieran.

Queda de ustedes:

TORK. Bizcocho de Montecristo. Año 2009 E.C. - 10 E.E.

Actualización: Se me olvidó comentar que, aparte de citar a Frank Miller y a Juan Topo, celebré con una Duff:


Tarde

Siempre llego tarde. Y no me refiero a cuestiones de puntualidad ─que eso da para su propia entrada─, sino a que siempre empiezo las cosas ...