domingo, 28 de octubre de 2007

¿Y la expresión oral?

Mucho se ha escrito en diversos blogs acerca de la necesidad de escribir correctamente (aunque muchos escribamos puras pendejadas), incluso hay campañas para tal fin. Pero ¿que hay de la expresión oral? De ese idioma nuestro destrozado diariamente (como si la RAE no lo destrozara lo suficiente).

Y no me refiero sólo al uso de términos en otros idiomas, a veces necesarios cuando no hay una traducción exacta al castellano de la idea que queremos transmitir, sino al uso indiscriminado de muletillas y lugares comunes, muchos de los cuales ni siquiera los conocemos como tales y que ponen en evidencia nuestra ignorancia y nuestra mediocridad. Y, para acentuar la chocantería, para muestra basta un botón. Las negritas son de origen:
Se lo prometí a la brevedad (sin el necesario posible), pero mis valedores: ¿saben qué? Lo que pasa es que (frase chatarra) tiene tiempo (no: hace, como se debe decir) que lo he venido postergando. Hoy inicia (sin el se) la respuesta, y aunque no se puede tapar el sol con un dedo, no es cosa de rasgarse las vestiduras, que no todo lo que brilla es oro, pero tampoco es cosa de echar las campanas al vuelo porque hoy puedo contestarle. En fin que con indicarle (en lugar de revelarle) algunos atroces lugares comunes que ensucian el habla popular, con una política agresiva voy a poner mi granito de arena y los puntos sobre las Ies, y sin quitar el dedo del renglón, a tomar el toro por los cuernos para que a la brevedad (¿sin el posible?) el argentino tome cartas en el asunto y con todo y ropa casual le eche ganas para salir adelante, o con su pan se lo coma. Claro, no esta dicha la última palabra. Va aquí mi correo electrónico. Ah, perdón. Mail.

Ven la entrada completa aquí


Noten el cúmulo de lugares comunes y de muletillas que ponen en evidencia el desconocimiento que tenemos de nuestro idioma. ¿A cuánta gente hemos oído hablar así y nos dan ganas de agarrarlos a patadas y mandarlos a estudiar? Pongo otro ejemplo:

Al ir a comprar algo una manera simple de preguntar o de solicitar lo que queremos es:

Buenos días (tardes-noches): Busco...

En 3 palabras. Simple.

¿Qué hace la generalidad de la gente? Mirenlo ustedes mismos. Intencionalmente omito los espacios porque (todos lo hemos visto) casi siempre lo dicen de corrido, como si fuera mantra o conjuro:

Estesíbuenosdías(tardesnoches)oigadisculpeunapregunta¿tiene...

O cuando van a iniciar una frase.

Estesíloquepasaque...

Y el mal no es privativo de quienes "no tienen educación"; también las universidades, las oficinas (éstas de por sí llenas de idiotas) y los lugares con "gente letrada" estan plagados con gente ignorante de su lengua. Curiosamente es esta clase de gente la que es lo bastante estúpida para creer que "saben", despreciando a quienes "no saben", cometiendo errores garrafales en el proceso.

Pero mucha de la culpa es nuestra al no tener el interés por aprenderlo, aunque los ejercicios de metatextos (en los que me declaro francamente incapaz) son un buen esfuerzo.

Naturalmente no pretendo decir que tengamos que hablar como Cervantes cada que abramos el hocico, pero al menos seamos algo más creativos. De la misma manera en que podemos plasmar nuestras ideas por escrito claramente sin perder nuestro estilo, también podemos hablar claramente sin dejar de ser quienes somos. No esperemos aprender de las escuelas o la televisión, donde los maestros y los merolicronistas están igual o peor que uno. Tampoco lograremos nada exigiendo al gobierno, sino que seremos nosotros mismos los que podamos hacer algo: leyendo, escribiendo... y hablando.

Queda de ustedes:

TORK. Bizcocho de Montecristo. Año 2007 E.C. - 8 E.E.

Tarde

Siempre llego tarde. Y no me refiero a cuestiones de puntualidad ─que eso da para su propia entrada─, sino a que siempre empiezo las cosas ...