miércoles, 14 de noviembre de 2007

In memoriam. Mauro Rodriguez Estrada

Quien entiende bien las palabras entiende bien las cosas
Mauro Rodriguez Estrada (1930-2007)
Anteayer andaba nostálgico pese a que nadie había muerto. De haber esperado un par de días habría tenido una razón para escribir aquella entrada. Acabo de enterarme de la muerte de uno de los hombres más brillantes que quien he sabido y a quien tuve la suerte de conocer: Mauro Rodriguez Estrada.
  • Exsacerdote salesiano.
  • Doctor en psicología.
  • Lingüista.
  • Impulsor y pionero de la creatividad en México.
  • y Un largo etcétera.
Librepensador y erudito, conoció a fondo los recovecos del poder religioso; estudió los dogmas católicos y fue tenaz combatiente de la sacralización de hombres, instituciones e ideas; trató temas que hasta hace poco sólo eran intocables, siempre con la inteligencia por delante: Eutanasia, aborto, dogmas, revelaciones divinas, estructuras de poder religioso o político. Dominaba varios idiomas: sumerio, arameo, latín, griego, árabe, hebreo, inglés, el francés, el italiano, etc. De él aprendí la necesidad de conocer el lenguaje para poder comprender, explicar y no dejarse engañar.

Autor de un chinguero de libros, cito algunos que leo y releo:
  • Mis herejías. Sus verdades. Su autobiografía.
  • La Teología católica ante el psicólogo. Dedicado a estudiar detenidamente el origen y contradicciones en los dogmas católicos.
  • La controversia de las eutanasias. Obra donde aborda tan espinoso tema defendiendo el derecho del ser humano a bien morir.
  • Los 10 engaños al pueblo de México. Exhibe algunos de los mitos con los que el mexicano ha crecido y de los cuales es necesario librarse.
  • El miedo a la verdad. Serie de discusiones en las que aborda cómo el ser humano prefiere ser engañado y propone soluciones al respecto.
Por si fuera poco fue pionero de la creatividad en México y fundador de la Asociación Mexicana de Creatividad (AMECREA). También fue autor de más de 40 libros en las áreas de educación, lingüística y creatividad, entre varias más. Recibió el Premio Iberoamericano de Creatividad e Innovación 2002 y fue profesor del Master Internacional en Creatividad en España, entre muchas otras cosas.

Curiosamente lo conocí por medio de otro de los personajes que admiro y que, dicho sea de paso, también está cerca del hoyo: Rius. En la feria del Libro en el WTC en el año 2002 se presentó el libro del monero titulado El Católico Preguntón. Poco antes de iniciarse la presentación y mientras esperábamos entrar a la sala, fui abordado por una viejita que me decía muy emocionada: "¿Tú también lo conoces? ¡Qué bueno! Es mi hermano". Aquí pensé: "Ah caray. Rius no tiene hermanas". Acto seguido apareció el maestro Mauro y se saludaron muy afectuosamente. Obviamente yo no tenía ni puta idea de quién era.

Entramos a la sala. Todos vitoreando a Rius. A su izquierda estaba Don Mauro y a su derecha El Fisgón y un ex pastor metodista cuyo nombre nunca supe. Mauro fue el presentador del libro y habló de la necesidad de cuestionar (poner en duda) todas las creencias, empezando por las propias y la necesidad de confrontar aquellas verdades sacralizadas (fue la primera vez que escuché esa palabra), además se hizo un mini comercial para su libro El Miedo a la Verdad. Al terminar el acto me acerqué a él solicitándole la dirección electrónica de Rius. En vez de eso me dio su tarjeta personal invitándome a escribirle y por esa vía me daría la dirección solicitada.

Un par de días después me dediqué a investigar en la red lo que pude sobre este doctor y me encontré con la información mencionada líneas arriba ¡Hasta lo de la dirección de Rius se me olvidó! Envié un par de correos y siempre me los contestó. Adquirí El Miedo a la Verdad y Los 10 Engaños al Pueblo de México (que aún conservo) y frecuentemente saco de la Biblioteca La Teología Católica ante el Psicólogo.

Naturalmente no estuve de acuerdo en muchas de sus ideas, como la de la efectividad de la holoterapia, su devoción católica pese a haber dejado el sacerdocio o su concepción positivista de la Historia, pero nadie es perfecto.

Hace unos días estaba con la idea de escribirle solicitándole autorización para reproducir algunos de sus escritos. Ni modo, no se me hizo.

Desde este blog que nadie lee dedico estas breves líneas al maestro.

Queda de ustedes:

TORK. Bizcocho de Montecristo. Año 2007 E.C. - 8 E.E.

Tarde

Siempre llego tarde. Y no me refiero a cuestiones de puntualidad ─que eso da para su propia entrada─, sino a que siempre empiezo las cosas ...