jueves, 5 de mayo de 2022

Historiaduermes

Esta entrada la escribí en algún momento de 2016 como respuesta a una publicación en féisbuc que me irritó bastante. De ésta no voy a dejar la escritura original porque sí se presta para el formato bloguero. así que ésta sí la recompongo:

La publicación se puede ver aquí. Y si para cuando le piquen ya no se ve no se apuren, las imágenes están guardadas.

Consta de varias imágenes que tienen por intención aclarar algo de lo que hace el historiador, pensando en esa gente que, como no sabe lo que uno hace, pregunta pendejadas. Sí, muchas veces las preguntas son irritantes; y sí, es cansado andar aclarando qué hace uno que estudió historia. La bronca es que las respuestas son aun más pendejas que las preguntas que les dieron origen. Parece que las imágenes las hizo alguien que, o aún no termina la licenciatura, o aún tiene idealizada la profesión ─y que además tiene muy mala redacción─ y todavía le quedan ganas de mamonear.

Varias de ellas sí necesitan una respuesta más amplia, tanto que, lo que originalmente iba a ser un comentario en mi muro, se convirtió en una nota completa y ahora en una entrada:




Pos sí. Se puede uno morir de hambre con cualquier profesión: abogado, médico, diseñador gráfico o la que se les ocurra. Para ser francos, ¿cuántos de los que estudiaron historia trabajan en alguna área que involucre la profesión ─museografía, docencia, investigación─? Y de los que trabajan en algo de eso, ¿cuántos viven sólo de eso? En mi caso sólo viví de eso cuando trabajaba escribiendo artículos de divulgación para cierta dependencia gubernamental. El resto del tiempo he tenido que aprender otras habilidades para ganar dinero. Es más: cuando le entro a algo relacionado con la historia ─entrevistas en radio o congresos─ hasta acabo poniendo de mi bolsa. Este punto remata con algo bien lindo: «Se mueren de hambre los flojos». ¡HUE-VOS! En todos lados se ve gente huevona como su chingada madre ─que ha de ser bien huevona─ que jamás pasará privaciones; y gente que se mata trabajando y apenas sobrelleva sus gastos.


«¿El historiador tiene cara de guía turística?». ¿Y cuál es la bronca? ¿Ser guía de turistas es demasiado bajo para quien hizo esta lista? No se vaya a asolear. Si no recuerdo mal, la historia sirve también para eso y cuenta como labor de divulgación. Desde hace unos años yo ando persiguiendo una certificación que expide la Secretaría de Turismo para ser guía acreditado, nomás que cuesta una buena lana.


«¿Y estudiar historia no es muy aburrido?». ¡Claro que es aburrido! Es una madriza y una monserga andar en bibliotecas, archivos ─físicos o digitales─ o hemerotecas; es fastidioso e irritante soportar profesores pelmazos; es engorroso preparar exámenes o trabajos finales y es frustrante cuando los profesores ponen calificaciones que no crees merecer. ¿O qué, ya se les olvidó? A mí no. El único que no se aburría con los temas históricos era Indiana Jones y ni historiador era. Y el esnobismo: «Es más aburrido ver el programa dominguero de las 8pm [sic]». Pfffff. Mamador.


«Tal vez tú consumas esas publicaciones o canales [Muy Interesante o History Channel], pero seguramente no son del gusto de los demás». Pffffffffffff. Sí, esas publicaciones son una mierda, pero ésa es precisamente una oportunidad de explicar a otros lo que es nuestra profesión, en lugar de salir con la mamonería propia de los que ejercen el oficio.


«¿Y qué hace un historiador?» No se te vaya a acabar la saliva por explicar, idiota. Es una pregunta legítima, carajo. Los demás no están obligados a saber qué chingaos hacemos ─a veces ni nosotros sabemos─.


«“¿Benito Juárez fue un héroe de la Revolución Mexicana?” Si Cristian Castro lo dice ¿tú lo repites?» En primera, si te vas a burlar, apréndete el chiste: lo que Cristian dijo de Juárez es que si era héroe de la independencia, no de la revolución ─y ya planteado así, sin saberlo, tuvo razón. ¿Por qué? ¿No sabes?─. Y otra vez: preguntas como ésa son válidas.


«¡Ah! Estudias historia, o sea ¿eres profesor?». Es el mismo caso que el de guía de turistas. Ha de creer que baja de categoría.

De las otras imágenes no vale la pena ocuparse porque ya son derivaciones. El meollo de todo esto es: uno que se ha dedicado a estudiar historia se topa con preguntas muy pendejas y es válido quejarse y burlarse de eso. Pero carajo, si se va uno a burlar, que no se note la ignorancia y menos el esnobismo, que de eso ya hay mucho en el gremio.

Queda de ustedes:

TORK. Bizcocho de Montecristo. Año 2022 EC—23 EE.

Tarde

Siempre llego tarde. Y no me refiero a cuestiones de puntualidad ─que eso da para su propia entrada─, sino a que siempre empiezo las cosas ...