miércoles, 11 de febrero de 2009

De cuestiones demoniacas y otros viajes*

Verdad #1: El campo que abarca el estudio del fenómeno religioso es inmenso. Uno se puede pasar años metido en esos desmadres y no podrá conocer mas que sólo una pequeña parte de lo que ese campo puede ofrecer.

Verdad #2: Si de por sí será poco lo que podamos aprender quienes nos dediquemos a ese campo, menos espacio vamos a poder abarcar si sólo nos convertimos en "gallos de un solo gallinero", dedicados sólo a un pequeño aspecto del fenómeno. También aquí la hiperespecialización es desastroza para el conocimiento en general.

¿A qué viene todo esto? A que tanto hablar de ateísmo y xtianismo ya me tiene hasta la madre y a lo mejor a ustedes también y por eso ya ni me pelan. Además, al estarme refiriendo sólamente al catolicismo, parezco novio ardido, nomás esperando a ver qué hace la que me despechó pa' estar chingando.

Como dice el título de la entrada, esta vez quiero hablar del diablo y el satanismo. El tema da para que se escriban tratados enteros (se ha hecho), de modo que yo sólo les platicaré un poquito de tal fenómeno. No tengo la intención de profundizar demasiado, a menos que uds. lo quieran así y a mí me de la gana hacerlo.

Uds. dirán si les gusta:

Desde Giles de Rais hasta Anton LaVey, pasando por Alister Crowley y Gerardo Bloomerfield, el satanismo ha dejado sentir su presencia diversos ambientes y variadas épocas. La chingada RAE lo define como: 1. m. Perversidad, maldad satánica (de ahí que la RAE no siempre es una fuente confiable). Hemos oído muchas pendejadas al respecto: Que si matan niños, que los narcosatánicos, que los endemoniados, etc. Es necesario entonces esclarecer un poco el asunto.

Así como en el xtianismo o el budismo y otras, el satanismo también tiene como chingo mil versiones distintas, que básicamente pueden englobarse en 7 tipos, de acuerdo con la clasificación de Alt.satanism:

1. Curiosos: Algunos mamones, casi siempre jóvenes que se agarran esa moda un rato.

2. Iglesias de Satán: Grupos de personas seguidores de Anton LaVey, Michael Aquino y otros. Estos me caen un poco mejor porque creen en el individualismo, en la satisfacción de los placeres personales, auto-suficiencia y el ideal del superhombre de Nietzsche. El pedo es que se meten con la magia como una herramienta para lograr poder terrenal. Ellos no le atribuyen a Satán una existencia real, sino sólo es un arquetipo.

3. Gnósticos: Estos sí pueden considerarse como "adoradores del diablo". Creen en un "Satán" literal, pero creen que el creador del mundo (Jehová/Yahvé) es una deidad maligna. Satán es considerado como "el portador de luz"; un dios benéfico.

4. Satanistas Secundarios: Estos no son propiamente satanistas, pero no faltan idiotas que los consideran así por pura ignorancia. Son formas de culto originalmente ajenas al entorno judeoxtiano (aunque ya sabemos que los sincretismos son inevitables): Vudú, santería, la brujería medieval (que ni existió pero ya ven), el budismo tántrico, la "Santa Muerte", etc.

5. Clubes del Fuego Infernal: Del siglo XVIII, eran grupos dedicados exclusivamente a la intriga política, las fiestas, y una que otra actividad ocultista.

6. Satanistas Románticos/Prometeicos — Artistas con simpatía por el diablo.

7. Paganos de la Vía de la Mano Izquierda: Se trata de varios grupos europeos, la mayoría de ellos comprenden pequeños "covens" o conventículos conformados por varias personas, que son o podrían ser considerados Satanistas. Estos grupos tienden a posturas más "extremas" y tienen poca, o ninguna, estructura autoritaria.

Existen otros modos de clasificar al satanismo, como el que usa el ICM (Instituto Cristiano de México) y que aplica sólo en México. Esta otra clasificación difiere en algunos aspectos con la anterior y en lo personal no me gusta, pero me trago mis fobias y la presento con tal de tener una visión más amplia del asunto. Ellos enumeran 4 tipos de satanismo:

1. De iniciación informal. Muy parecido a los Curiosos de la clasificación anterior. Basícamente se trata de una etapa de exploración y de pequeños actos vandálicos.

2. Comercial-religioso. La versión pinche y copiona (al fin que somos gringos de segunda) del satanismo de LaVey. Celebraciones snobs que se reunen en ceremonias organizadas en templos estabecidos para tal fin. Concurren artistas, políticos y fauna mamona que pretende adquirir poder económico, sexual o chingarse un enemigo. Todo siempre dentro de la ley y sin meterse en pedos.


3. No tradicional. Considerado el de mayor incidencia delictiva al tratarse de individuos o grupos que practican sus cultos de forma aislada, sin control institucional o legal y siguiendo las pautas de algún trastornado solitario. Son los que luego forman bandas delictivas.

4. Tradicional. De familia. Generalmente a los niños se les inicia en su casa en el uso de instrumentos y la práctica de rituales de la vertiente luciferina con pautas como las de Crowley o Albert Pike.

Decía yo que no estoy muy de acuerdo con esta clasificación, sobre todo en los puntos 3 y 4, que limitan el satanismo a los puros actos vandálicos y desmadres de que nos enteramos y buscan restarle profundidad al satanismo en cuanto a ideología se refiere (algún día quiza escriba sobre los intentos del xtianismo de revivir al Diablo como instrumento de dominación de conciencia). Personalmente me quedo con la clasificación de Alt.Satanism.

Las formas de culto también son muy diversas. Se suele confundir y asociar a los satanistas con los góticos. Error. Estos son los darquetos que conocemos y que los emos han llevado al extremo del ridículo: Lectores de Allan Poe o Sade. Nomás tienen gusto estético por los símbolos satánicos (hasta yo), pero hasta ahí.

Y si nos vamos al Rock satanista está más cabrón. Ese tipo de música debe gran parte de su éxito no a que sus exponentes lo consagren al diablo ni pendejadas de esas, sino a las leyendas negras que sobre él se han tejido, como las mamadas de los mensajes subliminales (que yo mismo me creía en algún momento), mediante los cuales se induce a quienes lo escuchan al suicidio o al delito. Ni me voy a meter en esas pendejadas del tipo: "Es que los Beatles, Led Zeppelin, Black Sabbath, Alice Cooper, KISS, etc. son satánicos... ", mejor les digo que los detractores de esa música ponen en el candelero a gente como Marilyn Manson, el cual sigue haciendo billete con esa imagen pese a las detracciones de xtianos y satanistas serios. Lo grueso está en el norte de Europa, con Mayhem o Varg. Esta música además tiene el asegún de que mucha de ella representa el apoyo al neonazismo y una respuesta al "amor y paz" hippie y un bastión para el anticomunismo.

Si me sigo escribiendo va a salir una entrada larga como la chingada, pero por hoy aquí le dejo. Me gustaría saber si el tema les interesa, ya que a mí me parece apasionante y, en gran medida, simpatizo mucho con algunos postulados laveyanos (no en balde en mi lista de enlaces hay 2 dedicados al satanismo). Ya si les interesa podemos después platicar de los exorcismos, las declaraciones satánicas y otras lindezas.

Queda de ustedes:

TORK. Bizcocho de Montecristo. Año 2009 E.C. - 10 E.E.

*Actualización: Decidí cambiar en título de esta entrada por una razón: Mientras la escribía me acordé de que hace un par de años usé el título De cuestiones demoniacas y otros viajes en temas que abrí en foros de discusión al respecto. Dado que la entrada ya tenía precedente y a modo de homenaje a aquella saga la dejo así.

Tarde

Siempre llego tarde. Y no me refiero a cuestiones de puntualidad ─que eso da para su propia entrada─, sino a que siempre empiezo las cosas ...